La trombosis consiste en la formación de un coágulo (trombo) en una arteria o vena, que puede ralentizar o bloquear el flujo sanguíneo normal o incluso desprenderse y viajar a otro órgano, con riesgo de producir un taponamiento (embolia) y desencadenar un infarto, ACV o tromboembolismo venoso, todas urgencias médicas de gravedad.
Las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud indican que 1 de cada 4 muertes en el mundo tiene causas asociadas a la trombosis. En el marco del Día Mundial de la Trombosis. Cada 13 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Trombosis, fundado en 2014 por la Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia (ISTH) para concientizar sobre esta enfermedad en la que se forman coágulos sanguíneos y que conduce a la muerte de una de cada cuatro personas cada año.
Anualmente, los coágulos afectan a millones de personas en el mundo, de diversas edades, sexo y orígenes étnicos. Estos coágulos pueden reducir o bloquear el flujo de sangre normal, o incluso, desprenderse y viajar por el cuerpo a través de los vasos y arterias.
A menudo, la trombosis es la patología que subyace a las tres enfermedades cardiovasculares que causan el mayor número de muertes anuales en el mundo: infarto de miocardio, ictus tromboembólico y tromboembolia venosa (TEV). La Sociedad Venezolana de Cardiología recuerda que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte y discapacidad en el país.
La campaña mundial “Movámonos contra la Trombosis” incentiva a las personas a hacer ejercicio para mejorar la circulación sanguínea y prevenir la formación de coágulos.
También se hace énfasis en crear conciencia acerca del riesgo que corren las mujeres que, en ciertas etapas de la vida como el embarazo, postparto o por el uso de ciertos tratamientos, pueden ver aumentadas las probabilidades de formación de coágulos sanguíneos, advierte la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia.
Terapia de reemplazo hormonal, anticoncepción y riesgo de trombosis
Hace 22 años el estudio WHI (Iniciativa de Salud de la Mujer) concluyó que la terapia de reemplazo hormonal (TRH) aumentaba el riesgo de trombosis venosa profunda y embolismo pulmonar. Pero décadas después, los mismos realizadores del estudio aclararon que los resultados fueron incorrectamente evaluados, explica la Dra. Rita Pizzi, médico ginecólogo y experta en endocrinología ginecológica.
Las pautas actuales indican que la TRH se debe suministrar en los primeros diez años de la menopausia y antes de los 60 años, pues es allí cuando se obtienen los mayores beneficios sin riesgos.
Respecto al uso de anticonceptivos hormonales, la doctora Pizzi afirmó que algunos pueden modificar los parámetros homeostáticos y tener una acción procoagulante. Sin embargo, enfatizó que el riesgo es bajo en comparación con otras condiciones. “En una embarazada, el riesgo de tromboembolismo es tres veces mayor que el de una mujer que use métodos anticonceptivos”, precisó.
En ambos casos -anticonceptivos y TRH- lo ideal es que un médico evalúe los factores de riesgo individuales e indique dosis y vías de administración que disminuyan el riesgo.
Trombosis: factores de riesgo y prevención
Los principales tipos de trombosis son la venosa y la arterial, según el lugar en el que se desarrolla el coágulo de sangre y suele presentarse con síntomas como dolor en las piernas, hinchazón, enrojecimiento y dificultad para respirar.
Además del embarazo y postparto, la iniciativa World Thrombosis Day enumera otros factores de riesgo de esta patología en las mujeres:
- Inmovilidad prolongada
- Cirugía ortopédica o pélvica
- Traumas o heridas
- Cáncer, enfermedades inflamatorias o enfermedad cardiovascular
- Tabaquismo
- Obesidad
- Diabetes e hipertensión
- Predisposición genética
- Condiciones médicas que causan problemas en la coagulación
- Deshidratación
Como indica el eslogan de la campaña mundial, “Movámonos contra la trombosis”, la actividad física es una de las principales medidas para prevenir la formación de coágulos de sangre, pero existen recomendaciones adicionales, útiles tanto en mujeres como en hombres:
Mantener una alimentación saludable
Evitar la inmovilidad prolongada
Ejercitar los músculos bajos de las piernas si permanece mucho tiempo sentado, como en un viaje o trabajando
Levantarse de la cama y moverse en cuanto pueda tras una cirugía
Manejo adecuado de condiciones crónicas de salud
Tomar las medicaciones recetadas para prevenir coágulos
Mantenerse hidratados
No fumar
Evitar el sobrepeso y obesidad.