EFE | LA PRENSA.- El Real Madrid volvió a pinchar en Liga después de ofrecer una mala imagen ante el Villarreal y perdió 0-1 en el estadio Santiago Bernabéu con una gran actuación del portero Sergio Asenjo y con un tanto de Pablo Fornals que acabó con la paciencia del público del estadio Santiago Bernabéu.
Zidane, cariacontecido tras el tanto de Fornals en los últimos minutos, que dio la primera victoria en la historia al equipo castellonense en el Santiago Bernabéu, afrontó el duelo sin revoluciones en el once. El partido ante el Numancia de Copa dejó tocados a los menos habituales y no hubo sorpresas en la alineación del técnico francés, que volvió a confiar en los de casi siempre pero sin los lesionados Sergio Ramos y Karim Benzema.
El público del Bernabéu esperaba una reacción de sus hombres tras el sonrojo del choque del Numancia, que volvió a sacar a relucir las carencias de un grupo de jugadores que en pocos meses a pasado de ser el más poderoso de Europa a convertirse en uno de los más vulnerables.
El técnico Javi Calleja intentó controlar el partido a base de posesión y con un sistema defensivo muy concentrado para no dejar huecos a los jugadores del Real Madrid. Esa propuesta, en los primeros veinte minutos, funcionó a la perfección y su rival se atascó una y otra vez a la hora de generar juego y ocasiones.
Aunque el partido parecía no tener nombre, lo cierto es que el Villarreal tenía mejor pinta que el Real Madrid, atascado definitivamente para proponer juego y ocasiones. Entonces, Zidane, con veinte minutos por delante, movió el banquillo y sentó a Gareth Bale y a Isco para dar minutos a Lucas Vázquez y a Marco Asensio.
Con una sutil vaselina, Pablo Fornals batió al portero costarricense y el Real Madrid tocó fondo. El 0-1 deja muy tocado a un equipo irreconocible. Los jugadores que antes lo eran todo, ahora son fantasmas de lo que fueron. Zidane tiene mucho trabajo por delante. En un mes, espera el París Saint Germain. Si sigue así, el equipo de Emery se puede poner las botas.