EFE | LA PRENSA.- Convertir en posible lo que parecía inaccesible para cualquier equipo, conquistar dos ediciones consecutivas de la Liga de Campeones, y soñar con una tercera para marcar una época en la historia del fútbol, lo tiene en su mano un Real Madrid de leyenda ante un Bayern herido y obligado a remontar.
El 1-2 de la ida gracias a la remontada con goles de Marcelo y Marco Asensio sitúan en un escenario favorable a un Real Madrid que aprendió una lección en cuartos de final. Llegaba con tres tantos de ventaja de Turín y acabó sufriendo ante el Juventus para firmar un pase agónico gracias a un penalti en la última jugada del partido.
A la gran cita llega Zidane con un par de condicionantes en su equipo titular tras la ida. En Múnich cayeron lesionados Dani Carvajal e Isco Alarcón. El primero deja una situación compleja en el lateral derecho, con Nacho sin ritmo tras un mes de baja y con solo dos entrenamientos con el grupo y Lucas Vázquez como parche de urgencia ya que la solución natural, Achraf, no cuenta con la confianza de su entrenador para los encuentros de enjundia.
Las nuevas ausencias de peso de Arjen Robben y Jerome Boateng por lesiones musculares. David Alaba, que también se perdió la ida, es duda, pero existe la esperanza de que pueda regresar al equipo en su posición de lateral izquierdo. Un error de su sustituto, Rafinha, regaló el segundo tanto a Asensio y marcó el duelo de Múnich.
Será un clásico europeo que de nuevo marcará la historia reciente de la Liga de Campeones.