Agencias | LA PRENSA DE LARA.- Especialistas identificaron una nueva mutación del coronavirus en el estado de Washington, en Estados Unidos, pero todavía no ha provocado grandes brotes. Trevor Bedford, un biólogo computacional del Fred Hutchinson Cancer Research Center, explicó la situación y subrayó de que, a pesar de los cambios genéticos, no hay una gran diferencia en el virus.
El diario Chicago Tribune subrayó que Bedford ha rastreado el desarrollo de la pandemia y el virus en suelo estadounidense. En tal sentido, el especialista precisó que logró identificar de forma esporádica la mutación desde la primavera.
«Parece que el mero hecho de tener la mutación (E484K) no es suficiente para marcar una gran diferencia en el virus. Sin embargo, en combinación con las otras 10 o más mutaciones de las variantes de Sudáfrica y Brasil, se está extendiendo rápidamente», indicó.
Hasta la fecha, se han identificado varias mutaciones, las más destacables provenientes de Reino Unido, Brasil y España. No obstante, la nueva «cepa británica», como ha sido catalogada coloquialmente, ha encendido las alarmas, dado que aumentó la capacidad de contagio de los pacientes.
Desde el mes de octubre, no se identificaron nuevas infecciones con la mutación, pero las autoridades se mantiene atentas de la situación. «Con base en lo que tenemos ahora, no ha despegado. Sin duda, queremos monitorearla», expuso la bióloga computacional Pavitra Roychoudhury, parte de un equipo que secuenció los tres genomas.
Consecuencias de la mutación
En octubre se identificaron tres infecciones con la variación y se sospecha que puede aumentar la capacidad del virus para esquivar las defensas inmunes. La mutación, denominada E484K, también se identificó en otras variaciones víricas como la de Sudáfrica y Brasil, y dificulta la neutralización de la COVID-19 por parte de los anticuerpos, en algunos casos.
Los especialistas destacaron que, a pesar de reducir la inmunidad, no la anulan, por lo que no debe ser una mutación de gran preocupación para la ciudadanía.
Hay creciente preocupación de que una variante pueda superar la inmunización que proporcionan las vacunas. El virólogo de Fred Hutch Jesse Bloom, apuntó que es inevitable que el virus logre anular a las inyecciones, pero tardarán años. Por ende, las empresas farmacéuticas tendrán tiempo para ajustar las fórmulas.
«No es algo que deba preocupar al ciudadano promedio cada vez que escuche hablar de otra de estas mutaciones», acotó. «No va a causar un fallo catastrófico de la inmunidad».
Fuente: Caraota Digital