Joelis Sosa | LA PRENSA.- La intranquilidad invadió a las familias de la comunidad Colinas de Haya, ubicada al noreste de Barquisimeto. Desde el miércoles de la semana pasada están con el ojo pelado, resguardan la entrada de la comunidad, ante una orden de desalojo que tiene el Ministerio del Ambiente.
Los ocupantes tienen información de que el documento indica que el terreno no puede ser habitable por ser privado y además por la presunta quema y tala indiscriminada de árboles que han hecho, lo que atenta contra el ambiente.
“Ellos dijeron que debíamos abandonar el lugar y de no hacerlo vendrían con funcionarios de seguridad. Eso nos tiene atemorizados”, contó Elider Parra, quien vive en el sector desde hace un año y seis meses.
Diez años tienen las 26 familias resguardando el terreno y luchando por la asignación del espacio, sin embargo ante la falta de respuesta desde hace año y medio armaron ranchos y comenzaron a habitarlo.
Las familias indican que desde un principio cuentan con el apoyo de Corpolara y consejos comunales aledaños a la zona, sin embargo el Ministerio del Ambiente no da luz verde para una ocupación legal sino que por el contrario, quieren sacarlos.
Ante esta decisión los vecinos se mantienen alerta y duermen con un ojo abierto y otro cerrado o realizan guardias diarias. Las mujeres en el día y los hombres en las noches, por la madrugada se instalan en las dos entradas del terreno para estar atentos ante la llegada de quien quiera sacarlos.
A pesar de que los ocupantes cuentan con un registro del Comité de Tierra Urbana, certificación de aseguramiento da las tierras por parte del Ministerio de Vivienda y Hábitat y amparo del Instituto Nacional de
Tierras Urbanas (INTU); la comisión del Ministerio del Ambiente les pide desalojar. Todos esperan que se les de una respuesta clara con respecto a la situación por la que están pasando.