viernes, 30 mayo 2025
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Vecinos de El Trompillo piden con urgencia saneamiento de quebrada

Las personas que habitan en los alrededores de la quebrada de El Trompillo en Barquisimeto, piden ayuda por la cantidad de basura que está ahí.

Más de 40 familias del sector Brisas de El Trompillo, al norte de Barquisimeto, se sienten gravemente afectadas por la creciente contaminación de la quebrada Mastodonte, que se está convirtiendo en un vertedero improvisado.

Estas familias hacen un llamado a las autoridades para que presten apoyo y a la conciencia de los vecinos que arrojan desechos al cauce. Además de la basura, los residentes se quejan de que la maleza de la quebrada sirve de escondite para delincuentes.

El lecho de este riachuelo, por el que solo corre agua cuando llueve, es usado como un atajo para llegar a los planteles educativos del sector José Cruces I, incluyendo la UEN José Cruces I, la UEN San Francisco y la UEN Cardenal Spínola. Este «camino» comienza justo donde finaliza el callejón 4 de esta comunidad de la parroquia Unión. Es empinado, exige mucho equilibrio para caminar y, cuando llueve, puede convertirse en un tobogán largo y angosto.

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Así lo describen los vecinos, cuyas pantorrillas, con músculos bien definidos por el uso frecuente de este atajo, no temen a una caída, sino a la contaminación del lugar. Refieren que conductores de camiones particulares llegan a vaciar desechos e incluso arrojan animales muertos, lo que agrava el problema.

«Entre tanto monte y casi torres de basura terminamos con un criadero de ratas, cucarachas y demás animales que a veces buscan refugio en las casas», señaló el señor Carlos Riera. Él se mantiene echando creolina u otro combustible de olor penetrante alrededor de su casa para evitar que se meta una serpiente, especialmente en períodos de lluvia.

Vecinos de El Trompillo piden con urgencia saneamiento de quebrada

Gran cantidad de basura en la quebrada de El Trompillo

Riera considera que la imagen de abandono del lugar cobra más fuerza con «el bosque» de maleza que crece de diversos tonos de verdes y por las ramas de árboles, refugio para malhechores que intentan «cazar» al más incauto para despojarlo de sus pertenencias.

Dijo que en varias oportunidades han escuchado los gritos de personas pidiendo ayuda y que son robadas, regresando con la cara pálida y tratando de asimilar el susto. Un peligro al que se exponen los docentes y el personal administrativo de las escuelas, quienes a diario usan el cauce de la quebrada para cumplir con su responsabilidad en el trabajo.

«Siempre estamos acompañando a los niños, porque una vez mi esposa logró escaparse de milagro de ser robada. Gracias a Dios pudo ver al hombre a lo lejos y me gritó muy fuerte. Yo corrí y me asomé, pero él se alejó corriendo», narra Riera de ese momento tan «angustiante«.

Vecinos de El Trompillo piden con urgencia saneamiento de quebrada

Problemas con el agua en la zona

Otra limitación es el suministro de agua que califican insuficiente, debido a que solo les corresponde cada 15 días, generalmente día sábado y apenas durante tres horas. De hecho, la mayoría debe tratar de almacenar al máximo en los tanques plásticos azules y pipas. Les ha tocado aprender a ser extraordinarios administradores del líquido, evitando gastar mucho en los baños, sin lavar tanta ropa y evitar limpiar a profundidad la casa.

Esa situación que atraviesa Riera, la viven la mayoría de las familias de este sector; de hecho, agradece que cuenta con una camioneta para montar los envases y llevarlos a la estación de rebombeo, a pocos metros del distribuidor de la avenida Circunvalación Norte, a la orilla del Cerro La Cruz de El Trompillo. Pero algunos no tienen la suerte de contar con un vehículo y deben caminar con los tobos llenos en una carrucha.

Para la señora Ana Victoria Rodríguez las condiciones son extremas, porque apenas tiene una pipa, varios envases de refrescos que llena y utiliza para cocinar y lavar los platos. Tampoco cuenta con pozo séptico y debe hacer sus necesidades en potes que termina arrojando a una tanquilla. Su casa es tan pequeña que se limita a una pieza.

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