Luis F. Colmenárez | LA PRENSA DE LARA.- Hoy viernes 16 de julio, los habitantes del barrio El Carmen, al oeste de Barquisimeto, están de aniversario, pero la crisis y el caos en el que está sumido el sector desde hace al menos seis décadas hace que sus habitantes olviden esta celebración.
Aunque no se lleva un registro preciso de cuántas son las velas que estará soplando el barrio, sus habitantes destacan que son más de seis décadas siendo el hogar de miles de familias que hoy viven de sacrificio en sacrificio ante la falta de servicios básicos, siendo el agua potable el más crítico. Este populoso sector comenzó con pequeñas casas rurales que se encontraban cada una a varios metros de distancia del resto. Con el pasar del tiempo fueron llegando nuevos vecinos que hicieron crecer la comunidad, hasta llegar a los 4.500 hogares que hoy la conforman.
Al pasearse por el barrio, en cada esquina se ve a un pequeño grupo de personas que pese a las dificultades intercambian anécdotas y carcajadas. La mirada de sus habitantes se ilumina al recordar los buenos momentos que tienen de cada una de las calles que los han visto crecer.
«Esta comunidad gracias a Dios ha sido muy buena, aunque hemos estado un poco olvidados en materia de servicios, la solidaridad y el ser buenos vecinos es algo que nos caracteriza», comentó cargada de emoción la señora Milexa Amaro.
Y es que las personas destacan que más que celebrar, utilizarán la tradicional festividad para recordarle a las autoridades regionales que son un sector que se mantiene activo y a la espera de recibir una ayuda que les permita recuperar el estilo de vida que tuvieron en años anteriores.
Según expone la vecina Carmen de Yánez, el brillo que caracterizó por varias décadas al barrio de sus andanzas ha sido apagado. Con mucho lamento, destaca que las autoridades del estado Lara se han desligado de los problemas que aquejan a los hogares que conforman la comunidad.
Entre tantas problemáticas que han puesto a sufrir a más de uno, la escasez de agua es el principal dolor de cabeza de los vecinos.
«Antes teníamos agua todo el fin de semana y eso nos permitía poder llenar varios tanques y tener una buena reserva en caso de alguna emergencia, ahora es imposible hacer eso porque nos llega sólo los martes y no en todas las casas, por lo que debemos tenderle la mano a nuestros vecinos», contó.
Es común ver cómo las mangueras se colocan frente a los hogares mientras las personas que sólo reciben aire por sus grifos se acercan para recolectar unos cuantos litros que les permitan sobrevivir, al menos por una semana.
Pero no sólo la sequía los agobia, otra de las calamidades que ha llegado para quedarse en el barrio es la falta de alumbrado público que pone a temblar a los vecinos al caer la noche.
Alegan que con la llegada de la oscuridad, las distintas calles pasan a ser una «cueva de lobos», por lo que todas las personas proceden a resguardarse dentro de sus viviendas por temor a la delincuencia.
Si bien reconocen que en años anteriores el tema de la seguridad era algo que encendía las alarmas en todo el sector, en la actualidad la incidencia delictiva ha disminuido. No obstante, hay quienes subrayan que aún queda uno que otro «mala conducta» que los obliga a no descuidarse ni por un minuto.
Hay quienes han optado por colocar bombillos en el porche de sus viviendas para ofrecer un «rayito de luz» hacia las calles y permitir una sensación de mayor seguridad en los transeúntes y además para los conductores, pues otro de los problemas que tienen es la abrumadora cantidad de huecos que abarcan la mayoría de las calles.
Unas verdaderas «piscinas» son las que se ven sobre el pavimento. Esta proliferación de cráteres ha generado más de un incidente que ha llevado a varios vehículos directo al taller mecánico.
Al ser cuestionados sobre cómo terminaron rodeados de tantos hoyos, los vecinos comentan que en su mayoría fueron pequeños huecos que con el pasar de los años comenzaron a crecer, hasta el punto de terminar apoderándose de la mayor parte de las calles.
«Cuando llueve los que gozan son los chamos porque los utilizan para bañarse y pasar un rato distinto entre todos, pero a más de uno ya le han salido infecciones en la piel», apunta Leonardo Escalona.
Los vecinos destacan que no recuerdan cuándo fue la última vez que Emica los visitó para reparar la vialidad y embellecer de cierta forma el sector.
«El Gobierno realiza mejoras en la ciudad y de verdad es algo que debemos aplaudir, pero pareciera que no se acuerda de otras zonas como esta porque sólo se ve lo bonito por donde pasa la novia», soltó sin titubeos la señora de Yánez.
Bombos y platillos
Para este año, el sector se unió con dirigentes vecinales y entre todos decidieron consolidar el deseo de retomar esas fiestas, mediante las cuales rendían tributo a la comunidad.
Si bien, nada se compara con las jornadas deportivas, carreras y reinados que caracterizaban la festividad, su intención es vivir nuevamente esos momentos que añoran.
En esta oportunidad, la fecha coincide con distintos eventos que llenarán de alegría a sus calles. Tal es el caso de la escuela de danzas «Guarandol», el Día del Niño y las finales de distintos torneos deportivos que realizaron para festejar la fecha y recordar que El Carmen es el epicentro de las costumbres culturales y deportivas en la zona oeste de Barquisimeto.
Como cada año, la Virgen del Carmen será homenajeada con misas que se estuvieron realizando desde el pasado miércoles, tanto en la capilla como en la parroquia que recibe el nombre de la imagen mariana.
En las calles retumbarán las notas musicales al ritmo del folclore, con la participación de la escuela de danzas «Guarandol», la cual durante 17 años ha impulsado el talento en la comunidad.
De igual manera, el toque deportivo lo darán las finales de disciplinas como fútbol campo, kikimbol, béisbol, softbol y voleibol.
La comunidad destaca, que el viceministro de Proyectos y Obras Turísticas, Bryan Vargas, ha sido de gran ayuda para poder concretar la celebración, que además contará con la presencia de las principales autoridades del estado Lara.
Los vecinos acotan que se mantienen expectantes y esperan que los distintos eventos sirvan para hacer notar cada uno de los padecimientos a los que han tenido que hacer frente.
Sin servicio de aseo urbano
El camión del aseo no volvió. Los vecinos comentan que el servicio de recolección de desechos sólidos es algo que desde hace bastante tiempo dejó de verse en la comunidad.
Como una forma de solventar momentáneamente la acumulación de basura, algunas familias comenzaron a pagarle a un grupo de personas que se valen del uso de carretillas para llevar las bolsas hasta cualquier punto donde puedan ser colectadas.
Detallan que se trata de un problema de suma gravedad, ya que en ocasiones hay quienes no cuentan con dinero para cancelar el traslado de sus desechos, y por tal motivo quedan ahogados entre basura.
Hay algunos vecinos que dejan las bolsas al frente de sus hogares, cruzando los dedos porque algún buen samaritano se apiade de su situación y las monte en su carretilla sin cobrar nada.
No obstante, dicha solución representa un grave problema debido a que en ocasiones llegan a pasar varios días al frente de las casas y los perros causan desastres, pues terminan rompiéndolas en busca de comida.
Piden un espacio para enseñar
La escuela de danzas Guarandol se ha encargado de exponer la cultura y las buenas costumbres del estado Lara, además de los ritmos urbanos que se han apoderado de la juventud.
Sin embargo, en 17 años que tiene de fundada, la escuela no cuenta con un salón de ensayo propio o una plazoleta donde puedan hacer alarde de todo el talento que tienen para mostrar.
Su directora, Ledeiray «Laly» Suárez, destaca que mantiene su compromiso y con pasión enseña algo distinto a los jóvenes, en aras de mantenerlos alejados del ocio, los malos hábitos y tantos vicios que abundan en la calle.
Reclaman su culminación
Al final de la calle 9 de El Carmen hay una estructura de una cancha que comenzó a ser construida hace más de ocho años y siguen esperando que sea finalizada.
Los vecinos piden al gobierno regional que se aboque a retomar la obra, pues es un espacio que a pesar de no estar terminado es utilizado por los jóvenes de la comunidad.
«Los muchachos juegan bajo el sol o la lluvia, ni siquiera está cercada», acota el señor Miguel Soto.
Las personas coinciden en que el espacio es de suma importancia, ya que El Carmen se caracteriza por dar relevancia a las diferentes disciplinas deportivas.