Ednelly Evíes.- Su elocuencia, buen sentido del humor y forma de ser alegre son las cualidades innatas con las que creció Maribel Colmenárez, mejor conocida como la payasa “Corazón”.
Su forma jocosa y divertida de expresarse la llevaron a ser catalogada en un principio, entre sus familiares, como el “alma de las fiestas” y así se mantiene.
Ella siempre tiene algo chistoso para contar. Posee la habilidad de lograr sacarle una sonrisa a quien la escucha, punto a su favor que la convierte en una dura de la animación de todo tipo de eventos, siendo las fiestas infantiles las de su preferencia.
Tener 23 años de experiencia se dicen muy fáciles y “lo han sido”, admite la dama. Para ella agarrar un micrófono y armar su oratoria es pan comido; sin embargo, ha sido constante en su preparación por la cual se esmera a diario.
“Me gusta estar pendiente de cuáles son las cosas que le gustan a los niños para complacerlos en lo que me solicitan”, cuenta emocionada la dama.
Detrás de la payasa Corazón, esa que viste de colores muy llamativos y maquilla su cara con hermosas figuras escarchadas que a los más pequeños encanta, está la profesora Maribel Colmenárez, directora del Centro de Educación Inicial Papagayo Tricolor y además instructora de baile de niñas.
Asegura que aunque su personaje está alejado de sus funciones diarias, de igual forma vive en contacto directo con los pequeñines; sin embargo, cuando ejerce como directivo debe inspirar la seriedad que amerita su cargo, pero sin perder su buen sentido del humor.
Jugar con los niños, reír a carcajadas con los adultos y mantenerles entretenidos es un reto del cual se siente muy orgullosa.
La payasa Corazón o Maribel, como es su verdadero nombre, expresa que aunque este hobbie le ha servido de oficio, porque le devenga ganancias, es el mejor pasatiempo en el que invierte su tiempo libre.