Daniela Valladares | LA PRENSA.- Para Emma de Rincón se ha convertido en rutina ver como los carros caen a diario en las troneras que se han formado frente a su casa en la manzana B del sector 9 del barrio La Paz.
Un bote de agua blancas que tiene más de un mes tiene la vía como un colador. Aunque vecinos lo reportaron a Hidrolara en más de tres oportunidades todavía no ha solucionado.
“La profundidad es de 4 metros aproximadamente, el asfalto se cae en pedazos por la cantidad de agua que recorre las calles y por poco un carro, por tratar de esquivarlo, me tumba la casita”, expresó con susto Rincón sobre las consecuencias que han generado los 3 botes que se contabilizan en una sola calle de la comunidad.
La falta de iluminación en la zona también alimenta al problema de que muchos carros no ven el cráter y por eso caen como abejas a la miel, lo único que escuchan los vecinos es el frenazo que pegan los conductores para evitar caer en las troneras.
Esta problemática ha traído consecuencias en el abastecimiento de agua al bajar la presión lo que dificulta el llenado de tanques y pipas.
“Tenemos que madrugar para intentar agarrar algo de agua para cocinar y asearnos, sino nos toca comprarle a los camiones que de paso resultan escasos por aquí”, confiesa Orlando González.
Asegura que el agua llega como a las 9 de la noche y sólo dura 2 horas.La debilitación del asfalto es tanta, que ni siquiera el camión del aseo se atreve a transitar por las calles de La Paz para prevenir una desgracia mayor.
Afectados aseguran que mientras tanto seguirán los canales regulares a través de la empresa hidrológica, de no recibir una pronta respuesta, planean tomar acciones de calle. Denuncian estar cansados de la mamadera de gallo ya que cada vez que llaman a Hidrolara les dicen que enviarán una cuadrilla y nunca lo hacen, mientras el agua se sigue perdiendo.