Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- La intención, más allá de acabar con su vida es finalizar el sufrimiento. Así el suicidio gana terreno, especialmente entre adultos mayores y adolescentes. Es la población más vulnerable la que debe ser más vigilada, evitar que sean agobiados por la coyuntura socioeconómica. Es difícil vivir en situación de precariedad, expuestos a violencia intrafamiliar y consumidos por la soledad que deja el duelo por la migración de parientes cercanos. Llaman a detectar los primeros indicios de deseos de quitarse la vida y a evitar el estigma por debilidad o trastorno mental.
Con esta advertencia, recuerdan que mañ;ana es el Día Mundial de la Prevención del Suicidio y que en Venezuela desde 2015 subió el promedio de tres a cuatro por cada 100 mil habitantes, para ubicarse actualmente en ocho a nueve casos por 100 mil habitantes, según estudios independientes.
«Lo que más preocupa son los jóvenes de 15 a 25 añ;os, así como las personas de la tercera edad», señ;ala el psicólogo, Gerardo Sánchez y precisa que la mayor incidencia es en hombres. Habla de los dañ;os que producen el maltrato y la violencia, el miedo al fracaso del rol productivo al no cubrir las expectativas del entorno familiar, no poder cubrir enfermedades crónicas y sentirse tocar fondo por la soledad, debido a que su familia tuvo que irse del país.
Recalca que se deben identificar esos primeros indicios de malestar e incomodidad, al punto de manifestar sentirse sin salida. Es importante que se identifique a tiempo que la persona no quiere seguir viviendo.
Para el psicólogo, Jorge Jaime, es indispensable considerar el tema del suicidio con toda la confianza y así la persona pueda drenar la desesperación, aliviando sus penas y empezando a entender la necesidad de buscar ayuda profesional.
Destacó que se manifiesta por etapas cuando buscan acabar con determinado problema y no lo logran, hasta que surge la idea suicida, hasta se planifica la manera, el momento y el lugar de cometer el hecho. Los hombres suelen ser más drásticos, mientras que las mujeres optan por cortarse las venas, ingerir veneno o ingerir sobredosis de pastillas.
La persona introvertida puede tardarse más tiempo en este tipo de planificación y reflejar más tristeza o desánimo, mientras que aquellas extrovertidas llegan a sorprender porque sólo necesitan de un detonante para tomar esa determinación de manera impulsiva y radical.
Son diversas las causas que pueden llevar a un persona a ese triste final, pero se puede evitar con el acompañ;amiento desde la comprensión familiar y, muy importante, la ayuda profesional.