Con el propósito de optimizar los procesos de producción, mejorar la eficiencia y reducir desperdicios, la industria del plástico venezolana requiere actualizar su maquinaria que ya tiene aproximadamente 25 años de obsolescencia por falta de créditos, y contar con equipos de Inteligencia Artificial, robótica y personal especializado.
Eso permitiría al sector recuperarse, colocarse a la vanguardia tecnológica del mundo y comenzar a competir en el mercado internacional a través de la exportación. Así lo indicó Khalil Nasser, presidente de la Cámara Venezolana del Plástico (Avipla).
«Hay una falta de inversión en tecnología, pero todo parte porque no hemos tenido acceso a financiamiento bancario. Tenemos equipos de más de 20 años de antigüedad que debemos reponer. Eso hace que no podamos competir en precios con los productos importados que ingresan de países vecinos o de Asia, y que además se fabrican en el país», recalcó.


Entre 2004 y 2007, la industria del plástico venezolana se posicionó internacionalmente como una potencia de producción, por su vanguardia tecnológica. Contaban con equipos más modernos que los que tenían empresas de la misma rama industrial en EE. UU.
En lo que va de año, el sector ha registrado un «estancamiento económico», después de una leve recuperación de 23% el año pasado que no fue sostenida en el tiempo. «La industria del plástico está operando entre un 20 y 30% de capacidad instalada, mientras en Colombia opera al 80%…De 800 empresas que existían en Venezuela entre 2004 y 2008, estimamos que se mantienen activas entre 300 a 400 empresas», aseguró. Eso representa un cierre del 50% de las industrias.
Retos a mejorar en la industria del plástico
El principal problema de las empresas que fabrican plástico y que surten al sector de alimentos, agro e industrias en general, ha sido la caída del poder adquisitivo del venezolano, que hace que se contraiga la demanda del mercado . «Sólo hay que mirar un supermercado, ¿cuántas marcas de alimentos han reducido de 100 o 200 gramos sus empaques? Bajan de tamaño porque ha disminuido el poder de compra del venezolano. Eso hace que las industrias requieran más plástico para hacer empaques más pequeños, pero a unos costos más elevados», resaltó Nasser.
Otro factor que afecta la producción nacional es el ingreso de productos terminados importados. A lo que plantean que el Estado ajuste los aranceles de importación para que la industria nacional pueda competir en igualdad de condiciones y pueda ser protegida.
Según información recabada por Avipla, en 2023, Venezuela importó 448 millones de dólares en materias primas plásticas y artículos de plástico, de China, Estados Unidos, Colombia y África.


Un tercer inconveniente es que las empresas del sector deben pagar una «carga tributaria excesiva». «Se deben pagar impuestos muy elevados para la poca producción que tenemos. Hace un año esperábamos que la Ley de Armonización Tributaria ayudara a aliviar un poco la carga fiscal, pero hemos observado que no ha sido así. En algunos sectores económicos sí ha resultado favorable, pero en plástico no», puntualizó el presidente de Avipla.
Necesidades del sector
Además del acceso a créditos, han solicitado en diálogos que han sostenido con el Gobierno, que las empresas del plástico tengan incentivos fiscales para poder exportar.
«Los incentivos fiscales son necesarios porque eso nos permitirá exportar un poco más y conseguir dinero afuera para poder seguir importando materia prima. Eso debe ser una política industrial de fortalecimiento para salir de este estancamiento», aseveró Khalil Nasser.
Por último, hizo énfasis en la necesidad de que el Gobierno pueda invertir en la reactivación de la Petroquímica de Venezuela (Pequiven), porque la resina, que es su principal materia prima, la tiene que comprar en el exterior.
«Pequiven tenía productos de primera calidad que nos permitía competir con los de afuera, porque teníamos precios razonables. Necesitamos ahora que se dé esa reactivación porque, por ejemplo, en la actualidad cualquier industrial del plástico tiene que importar materia prima que deben pagar un mes antes para recibirla un mes después. Cuando la estatal Pequiven mantenía una gran producción, todos los días o semanas teníamos materia prima disponible y nos daban un crédito de 30 días para pagar. Son beneficios con los que ya no contamos», comunicó Nasser.