LA PRENSA DE LARA.- Los partidos de la llamada oposición venezolana están empeñados en hacer de sus primarias el tema central de discusión. Pero hay una larga lista de asuntos pendientes que se dejan a un lado y que afanosamente ellos esperan que la gente no los recuerde.
Al hablar de escoger un candidato unitario de la oposición, como la fórmula milagrosa para sacar a Nicolás Maduro del poder, se ignora, deliberadamente, la experiencia de las últimas dos décadas que constata la inviabilidad del voto como arma política mientras no haya condiciones ni garantías electorales.
Pero más aún, se olvidan episodios recientes tales como el hecho de que la razón que invocó la oposición para justificar sus negociaciones con el gobierno chavista en México fue precisamente la discusión de las condiciones y garantías electorales para tratar de lograr unas más decentes y equitativas.
Las condiciones para ejercitar la vía electoral son las mismas que han imperado desde 1999. Y si admitiéramos que quizás no son las mismas es porque han empeorado. Hasta el gobierno tomó el control de las franquicias partidistas vía Tribunal Supremo de Justicia.
Sin hacer un balance de su fracasada gestión política en las últimas dos décadas y sin mayores explicaciones sobre el entrampado proceso electoral venezolano la oposición decidió embarcarse en unas primarias con la intención de participar, una vez más, en unas elecciones cuyo resultado en estas condiciones se puede fácilmente anticipar.
Las primarias para escoger el candidato opositor es un asunto que sólo anima a las clientelas que están conectadas con los partidos y a quienes viven en los mentideros políticos. Más allá de eso, esas primarias no son más que una promesa vacía de contenido que no interesa a la mayoría de los venezolanos.
Mientras los operadores políticos están ensimismados y fascinados mirándose el ombligo la terca realidad venezolana corre por caminos muy distintos.
Los temas que ocupan hoy a los venezolanos son aquellos que tienen que ver con la realidad material de intentar sobrevivir al colapso económico que ha provocado el chavismo. Los asuntos que se discuten tienen más que ver con la economía, la comida, el salario, la inflación, la mega devaluación del bolívar, la dolarización, etc.
La ausencia de los llamados partidos de oposición en estas discusiones ha sido ocupada en buena medida por protestas laborales espontáneas que en algunos casos han incluso obligado al gobierno a retroceder (reglamento de la ONAPRE).
Con gremios y sindicatos aún atendiendo a la agenda electoral de los partidos se trata de luchas en estado primigenio que todavía no despliegan todo su vigor y potencia. Habrá que esperar por un necesario proceso de decantación en virtud del cual esas iniciativas sindicales y gremiales se deslastren de la influencia partidista. Pero sin duda esas protestas reivindicativas ofrecen un campo de lucha social mucho más fértil y conectado con la realidad que las fantasiosas primarias de la oposición.
Por: Humberto González Briceño
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