Reconocer un perfil profesional en función de sus competencias, define la reducción del pénsum de cinco a cuatro años en Administración y Contaduría Pública en la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA). Estiman que en marzo esta propuesta pase a Consejo Universitario y luego sea aprobada en la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU), por ajustarse a las casas de estudios internacionales que simplifican la carrera en ganancia de tiempo, pero valorando aptitudes.
Son las primeras carreras y luego continuarán con Medicina. Tras un análisis riguroso, desde 2024 se concluyó que no sólo se reduzca el tiempo para la licenciatura en Administración, sino que se permitan certificaciones de acuerdo a la electiva con más experticia. En Contaduría Pública tendrían doble posibilidad: a los dos años podrían obtener el título de Técnico Superior Universitario (TSU), como profesionales que puedan empezar a ejercer y cubrir sus necesidades hasta retomar la licenciatura.
Así lo explica la doctora Lenny Escalona, directora de Pregrado. Dijo que la idea nació en 2020 tras la emergencia sanitaria por covid-19, cuando laboraron bajo el sistema multimodalidad que exigió la virtualidad y sirvió de adaptación para el personal docente y estudiantes en los 23 programas de los siete decanatos de la UCLA, incluyendo los foráneos en Torres y Morán.
«Es la responsabilidad de reducir el pénsum y adaptarse al perfil por competencias, favoreciendo la movilidad de la educación moderna y teniendo como referencia la aplicación en la Unión Europea», cita, reiterando que esas carreras del Decanato de Ciencias Económicas y Empresariales, estaban rezagadas en los adelantos como economistas, su perfil por competencia debía actualizarse.
Con detenimiento en la UCLA
Explica que son alternativas ajustadas a la realidad, reconociendo los estilos de vida más exigentes e incluso con planes de acelerar su formación, para convalidar su preparación y ejercer en otros países. Los jóvenes están en la dinámica de sacar la máxima ganancia al tiempo, para trabajar y cubrir sus necesidades, incluso para poder mantenerse en la formación académica.
Admite que al principio no faltaban las dudas, pero se entendió que no se trataba de sacrificar contenido por la celeridad de culminar una carrera en la UCLA. Definieron que el proceso formativo siempre se enfoca cuidando las competencias del egresado, donde prevalece su desarrollo de conocimiento y aptitudes. «No es una salida rápida ni privando calidad académica», lo deja bien claro. No se elimina contenido, sino que se reubica.
Es la disponibilidad de enfocarse en las diversas etapas, con evaluaciones que antes eran netamente sumativas —sin descartar la escala de notas— y tendrán más énfasis en lo meramente formativo, en función de las capacidades del egresado UCLA. Además, que un nuevo reglamento plantea el examen de suficiencia, cuya prueba se enfoca en determinar las debilidades y trabajar en esos aspectos para mejorar el rendimiento del estudiante.
Recalca que las ingenierías deben respetar sus cinco años de duración. Enfermería también pasará a cuatro años y a la mitad de ese lapso para TSU. Medicina también va adelantada para reducir los años de estudio de ocho a seis. El último proceso será de sensibilización de docentes. Posiblemente en julio de 2025 se esté entregando el proyecto a la OPSU.
El proceso es tan complejo que analiza cada programa de la UCLA y van descartando repeticiones de contenidos, para unificar conocimientos. Pasan a la reubicación del contenido de las materias para provecho del conocimiento de estudiante. Van con detenimiento por cada uno de los departamentos.
La licenciatura en Artes está en proyecto, mientras que Urbanismo se encamina hacia el perfil por competencia.