Las calles de la comunidad Las Delicias de la parroquia Tamaca, al norte de Barquisimeto, son de tierra, las aceras casi inexistentes y el transporte es exclusivo de mototaxis. Algunos habitantes ya están acostumbrados a vivir con las vías de su sector en estas condiciones, pero otros esperan que en algún momento las autoridades mejoren la vialidad.
Juana Martínez cuenta que aunque no reside en esta zona siempre va a visitar a sus hijos que habitan en Las Delicias, ella no tiene carro, por lo que le toca llegar desde Barquisimeto hasta el centro de Tamaca y montarse en una moto para ir a su destino. Aprovecha y hace un llamado para que las autoridades tomen en cuenta las necesidades de este sector, donde hay muchas casas de familia y debería ser mejorado el acceso.
Se estima que en esta comunidad residen más de mil 500 familias. Son casas de bloques, en terrenos amplios y en la mayoría de los casos son tipo minigranjas. Aunque cuentan con las conexiones para el servicio de agua por tubería, el líquido no llega. Según Martínez, es porque se dañó la bomba y por eso no les han vuelto a surtir. Recuerda que a mediados de 2023, funcionarios de Hidrolara los visitaron y dijeron que restablecerían el servicio, pero eso no pasó.
Jhonny Sandoval, habitante, asegura que esas calles nunca las han asfaltado y cuando llueve no les queda otra opción que «chapotear» en el barro, porque por la lluvia y con tanto barro ni las motos circulan. Les toca salir caminando por lo menos ocho cuadras hasta donde está el asfalto para tomar una unidad de transporte.
Estudiantes de la Comunidad las Delicias son los más afectados
Justo a mitad de la vía principal de las Delicias está una escuela que imparte clases desde preescolar hasta sexto grado en el turno de la mañana, es la Unidad Educativa San Antonio de Padua, cuenta con una matrícula de más de 225 niños y a diario la mayoría llega caminado, con los zapatos llenos de tierra o de barro cuando llueve, asegura Aderlín Gómez, quien vive en Las Nuevas Delicias, vía el cementerio. En sequía la tierra se mete por todas partes y cuando llueve el barro impide andar con normalidad.
Frente a la unidad educativa hay restos de lo que fue una calle asfaltada, los representantes que se encontraban a las afueras del plantel contaron que hace años tuvieron allí una calzada, pero sólo al frente de la escuela, no llegaba a una cuadra, sólo la entrada, pero de eso hace mucho tiempo y ya el asfalto se perdió de vista.