José Miguel Najul | LA PRENSA.- La señora Ana Pérez vende unos 50 kilos de yuca cada día. Para mantener abastecido su local, ha tenido que incrementar la frecuencia con la que compra los sacos y ahora lo hace tres veces a la semana: lunes, miércoles y viernes.
“Sí es notable que se ha incrementado el consumo. Los clientes la llevan porque los llena mucho. En estos días vino una muchacha y me dijo que ella la horneaba y cenaba con eso”, relató la señora Pérez.
La escasez ha promovido la proliferación de muchas nuevas recetas, a través de las cuales la gente pretende diversificar el consumo de rubros tradicionales para rendirlos y mantenerse llenos.
En el caso de la yuca, cuyo costo oscila alrededor de los 600 bolívares si es completa, o los mil si está pelada, se está comiendo como complemento del desayuno, almuerzo o cena en distintas presentaciones.
También se han inventado algunas completamente nuevas, como las arepas hechas a base de yuca.
José Miguel Ramos, asiduo comedor de yuca, comenta que durante los tiempos de crisis ha incrementado considerablemente su ingesta.
“Creo que es un buen complemento. La puedo comer en la mañana para rendir durante el día, o en la noche antes de acostarme. Lo bueno es que me mantiene lleno”, aseguró Ramos.
Sin embargo, consideran que hacer de la yuca el epicentro de una dieta no es lo más recomendable.
“Debe complementarse siempre con otras cosas. Es como el pan, que puede llenarte, pero no te alimenta por completo desde el punto de vista nutricional”, comentó Kevin Castillo.