Osman Rojas | LA PRENSA.- Un suéter negro con rayas amarillas tirado en el piso y un pequeño charco de sangre alertaban a los vecinos que algo había pasado. Ayer a las 4:30 de la tarde Yoandri José Alvarado, de 24 años de edad, fue asesinado de cinco disparos cuando caminaba por la vereda 6 del caserío Valle Verde, vía Quíbor.
Nadie presenció el hecho. Según contaron los vecinos del sector, sólo se escuchó pasar una moto y de pronto una ráfaga de tiros sembró el pánico en los habitantes.
“Eso era pum, pum, pum y de pronto todo quedó en silencio”, cuenta una señora que vive en frente de donde ocurrió el asesinato. La informante asegura que fueron seis disparos los que se escucharon uno detrás de otro. “Era imposible huir”, lamenta.
Los vecinos de la zona aseguran que luego que los tiros cesaron dos motorizados se llevaron al chamo al CDI del Bolívar, allí el muchacho ingresó con vida, pero a los pocos segundos murió.
En el centro médico estaban dos tías que se encargaron de identificar al chamo, pero no quisieron declarar.
La víctima llevaba en el tobillo una pulsera que representa la corte malandra, pero según la página del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Alvarado no tiene antecedentes penales.
Para los vecinos, el asesinato del joven puede estar relacionado con la venta de drogas, pues al lado de Valle Verde está el poblado de Villa Guadalupe, zona relacionada con el consumo y tráfico de estupefacientes.
Aunque ninguno de los habitantes de Valle Verde logró identificar al muchacho, un amigo que se encontraba en morgue dijo que el chamo frecuentaba mucho la zona, pero no dio mayores detalles de lo que hacía por allí.
Este es el primer crimen que se registra en la zona en lo que va de año; sin embargo, vecinos piden mayor vigilancia policial, pues todos los fines de semana se escuchan balas por el enfrentamiento de bandas. Extraoficialmente, se conoció que Alvarado vivía solo. No deja hijos.