Luis González | LA PRENSA.- Basura, tierra y escombros colapsaron una de las tuberías de aguas negras que ocasionó el desborde que hora abarca toda la calle. Un burbujeo constante se observa donde se origina el desague en la calle 5 con carrera 2 de Las Tinajitas.
En el porche de una de las casas, a muy pocos metros de la laguna, vive la familia Silva la cual se encuentra indignada y molestia por la indiferencia y olvido por parte de Hidrolara que no atienen la grave situación que padecen desde hace 2 años.
Dentro de una de las viviendas hay una bebé de aproximadamente 1 año de edad, fue diagnosticada con inicio de bronquitis además de una rara enfermedad en la piel. En el rostro y parte de los brazos se nota a simple vista el sarpullido rojo que creen que es causado por la contaminación de la cloaca.
“Los niños y personas de la tercera edad son los más afectados, muchos tenemos erupciones en la piel y por más precauciones que se tomen es imposible no quedar expuestos”, reclama Norelis Silva. Cocinar y realizar las labores del hogar se ha vuelto una tarea pesada debido a la limpieza exhaustiva que deben realizar para desinfectar los utensilios y objetos que se utilizan de manera cotidiana.
En horas del mediodía el olor fétido penetra las paredes y es imposible para los vecinos escapar de la contaminación, muchos de los hogares pasan todo el día con las puertas abiertas a pesar del mal olor para evitar que la putrefacción se quede impregnada.
“Lo más recomendable sería encerrarnos pero el calor es insoportable e igual el olor parece que penetra las paredes”, culmina Silva.
Las caminatas quedaron en el olvido para las personas de la tercera edad ya que deben limitarse a estar dentro de sus hogares para no tener que exponerse a la contaminación. “Sólo me queda mirar por la ventana, todo el tiempo me la paso enferma y no sé hasta cuándo vamos a continuar soportando esa situación”, reclama la señora Cándida Revilla , habitante del sector quien exige a Hidrolara una solución.