Anaís Mendoza | LA PRENSA.- Han pasado 7 años y 6 meses desde que tres balazos acabaron con la vida de Mijail Baudilio Martínez Niño (24). El joven fue asesinado por dos peligrosos delincuentes. Su padre, Víctor Martínez exdiputado del CLEL, está convencido que el homicidio de su muchacho es un crimen político.
Al joven estudiante le quitaron la vida la mañana del 26 de noviembre de 2009. Mijail sacaba del garaje una camioneta Terios plateada y la estacionó frente a su casa en la calle 61 con carrera 9, sector Ezequiel Zamora.
En ese instante llegaron dos matones en un Caprice azul: uno se quedó en el vehículo y dos se bajaron y llegaron hacia donde estaba Mijail. Asegura Víctor que fue Jean Carlos Pérez quien le disparó a su hijo tres veces y Carlos Zavarce lo acompañaba.
A través de un contacto telefónico con La Prensa, el exparlamentario explicó que el crimen no ha sido esclarecido y aunque el móvil que manejó el Cicpc era resistencia al robo, pero Martínez detalla que el asesinato de Mijail fue planeado para dañarlo a él.
“Cuando yo era diputado denuncié los actos de corrupción en los que estaban implicados para ese entonces el director de la policía estadal Rodríguez Figuera y de Luis Reyes Reyes, porque ambos cometían actos ilegales”, aseguró Martínez.
Además destacó que el crimen de su muchacho está impune y aunque los asesinos fueron detenidos, Jean Carlos logró fugarse en 2013 de la cárcel de Sabaneta y aún no ha sido recapturado, mientras que Carlos fue dejado en libertad hace apenas tres meses.
“Como padre exigió que se aclare que la muerte de mi hijo fue una venganza política. Quisieron hacerme daño a mí, matándolo a él”, denunció al momento de argumentar que los matones son muy peligrosos y que además de ser azotes del sector El Manzano, son “sicarios contratados por el mismo gobierno para asesinar”.
Sueños frustrados
El exlegislador destacó que Mijail era un muchacho soñador, poeta y músico y no tenía enemigos con nadie, en cambio él sí, pero sólo por las denuncias que hizo en aquella época basado en la denuncia que había recibido de las personas.
“Mijail era un poeta; más de 200 escritos dejó mi hijo, era un hombre de lucha, productor audiovisual y un soñador, le encantaba la música”, concluyó Martínez.