Ágatha Reyes | LA PRENSA.-El gobierno evidenció el rechazo hacia sus políticas y quienes avalaron el fraude demostraron que no gozan del apoyo popular, por eso en este proceso no hubo más que grandes perdedores.
Lo suelta Alfonso Marquina, diputado a la Asamblea Nacional por Primero Justicia, quien condena la arrogancia injustificada de Henri Falcón la cual impide ver la realidad e intenta culpar a la oposición de sus fracasos, cuando la realidad es que mientras exista un Consejo Nacional Electoral (CNE) parcializado los venezolanos no tendrán la oportunidad de elegir a sus mandatarios, pues las irregularidades seguirán marcando “los simulacros electorales al mejor estilo de Cuba o Nicaragua”.
El segundo vicepresidente del parlamento nacional, explica que la oposición representada en el Frente Amplio “Venezuela Libre” tiene como reto mantener una “unidad de convicción”, dejando a un lado intereses particulares que busquen opacar la grave crisis que padece el ciudadano de a pie. “Lo que tiene que hacer un dirigente es escuchar, oír lo que quiere el pueblo y actuar en consecuencia”.
Manifiesta que la ciudadanía actualmente se encuentra agobiada por los problemas del día a día lo que, a su juicio, puede dar paso a lo que describe como un “caldo de cultivos” que llevaría al pueblo a un estallido social. Por lo que mantiene que la oposición debe encontrar una salida democrática al “régimen dictatorial” del reelecto Nicolás Maduro.
¿Fueron las elecciones una fina operación del gobierno para mantenerse en el poder?
Después de haber visto la actitud de uno de los candidatos que luego de gritar fraude el domingo y el miércoles se estaba reuniendo no sé si haciendo un sancocho con el usurpador, yo creo que había una intención deliberada de convalidar al régimen. Sabía que estaba participando en un fraude y ahora trata de darle legitimidad al usurpador. Espero que el otro candidato no salga a hacer lo mismo.
¿El gobierno apoyado con la ANC encontró aliados como Falcón y Bertucci para legitimarse?
Los burros se juntan pa’ rascarse. Un ilegítimo Presidente tenía que juntarse con una ilegítima ANC, ya que ninguno representa el verdadero sentimiento de Venezuela. Ahora, los demás tendrán que demostrar que no estaban acordados también para darle legitimidad de origen al participar en unas elecciones que afortunadamente no lo lograron. Ahora no pueden venir a reconocer al usurpador.
El 21 de mayo el país amaneció doblegado y vencido ante un gobierno “dictador”, sin un liderazgo opositor y sin una estrategia.
No creo que el pueblo esté abatido o doblegado, creo que se siente agobiado por los problemas que padece a diario, lo que construye es un caldo de cultivos con situaciones que ningún demócrata puede aspirar. Tenemos a un pueblo que no tiene cómo comer porque no consigue los productos o el dinero no rinde, que ve cómo familiares mueren al no conseguir medicinas y familias que se enlutan por la inseguridad producto de la indolencia del gobierno.
¿Ese caldo de cultivos a qué puede llevar?
A un estallido social, algo que ninguno desea y por eso seguimos haciendo esfuerzos para que esa rabia se vea en procesos democráticos y no se den estas situaciones que a todos perjudican. Porque nadie sale beneficiado con un estallido social.
La oposición sigue de fracaso en fracaso. No atinó con la coordinadora democrática, tampoco con la MUD y ahora está el frente amplio que no termina de surgir y eso es porque priorizan los intereses personales.
Sería ilógico que alguien diga que no se han cometido errores, quizás mucho más de los que habríamos deseado, pero también menos de los que se nos atribuyen. Lo primero que tú tienes que medir es ¿qué es lo que estamos enfrentando? Y lamentablemente, en Venezuela se han conjugado una serie de elementos, no es sólo un gobierno o una dictadura, estamos enfrentando algo más grave y es un grupo de personas que con carácter delincuencial pretenden perpetuarse en el ejercicio del poder y que han buscado lo peor, por eso vemos al G2 cubano y las FARC. Pero además han manejado una inmensa cantidad de recursos y secuestrado los poderes para permitir la complicidad de delitos contra el pueblo.
Una muestra de las divisiones es lo que dijo Ramos Allup, “la oposición requiere de una verdadera unidad sin zancadilla”
La verdadera unidad tiene que ser de convicción y por eso decía que no puede haber unidad sólo cuando las cosas me favorecen o cuando hay un interés personal o particular.
La unidad era buena cuando apoyó a Falcón, pero cuando le dijimos que no había que participar, eso atentaba contra sus aspiraciones personales. No se puede hablar de fractura de la oposición, la verdad es que hay una gran unidad no sólo de partidos, sino en el frente amplio.
Sin embargo, pareciera que aún el frente no rinde frutos.
Lamentablemente, por razones que el tiempo nos explicará siempre salen unos que otros que pretenden atentar contra la unidad. No se puede decir que estamos divididos por un candidato con un partido político y apoyado por otro partido que fue secuestrado por el TSJ, como Copei.
¿Dónde está el reto del frente amplio para crear esa vía que demuestre la verdadera unidad?
En lograr que la gente entienda que un gobierno como este que maneja tanto dinero y que utiliza la intimidación va a lograr que siempre exista algún desprendimiento.
Pero no por ello se fractura la unidad. Creo que estas elecciones que tuvieron casi el 70 % de abstención demostraron lo que el pueblo quería a pesar del chantaje. Allí hay una unidad y hay que darle cauce democrático a esa rabia y molestia para seguir presionando a una vía electoral democrática. Las salidas de fuerza no benefician a nadie.
¿Cómo llegar a esos tres millones de votantes que apoyaron a Chávez y ahora le dan la espalda a Maduro?
Haciendo el trabajo. Hoy son tres millones, pero no se debe olvidar que antes eran seis o siete. Hay que decirles la verdad con coraje porque no es fácil enfrentar las hordas violentas que mantiene el gobierno. Pero lo importante es hablarle a la gente con la verdad. Manipular o engañar es una estrategia que tiene patas cortas.
Hay quienes dicen que la solución no vendrá desde adentro por la incapacidad de la dirigencia política en los últimos años ¿Qué opina de eso?
Hablar de que somos incapaces de enfrentar al gobierno es una mentira, tenemos 18 años haciéndolo.
Es muy fácil decirlo para estos analistas del Twitter o generales del teclado que pierden más tiempo descalificando a la oposición que enfrentando al gobierno. Nosotros no somos los cobardes, nosotros enfrentamos a los organismos del Estado.