Osman Rojas | LA PRENSA.- Una bandera gigantesca de Venezuela ondeó sobre el pavimento de la avenida Libertador. Carros iban y venían, y aunque por ratos el tráfico se congestionó la mayoría de personas tocaban corneta para saludar a los muchachos que llevaban con orgullo el símbolo patrio.
“Gracias por el apoyo, pero apóyenos más no votando este 20 de mayo”, gritaba con un parlante uno de los muchachos que cargaba la bandera y que parecía liderizar la marcha que salió de la urbanización Antonio José de Sucre y terminó en Bararida.
Mientras los jóvenes de la “resistencia” marchaban, otra concentración en el centro de Barquisimeto tomaba forma. Allí se reunieron pensionados, médicos, políticos, constructores y sociedad civil para una sola cosa: rechazar los comicios electorales que se celebrarán este domingo.
“No podemos prestarnos para esto. Hay un megafraude electoral que se hará en este país y nosotros no podemos participar en este tipo de cosas. Si el Gobierno nacional y el Consejo Nacional Electoral (CNE) quiere que votemos entonces deben garantizar las condiciones mínimas para generar confianza”, soltó Gabriel Hernández, representante del Frente Amplio en Lara y vocero de la Sociedad de Profesores Barquisimetanos.
Hernández reconoció que la oposición venezolana se ha equivocado en reiteradas ocasiones, pero considera que no participar en estos comicios electorales es un acierto incuestionable. “Ante los ojos del mundo este gobierno perderá el reconocimiento legítimo y constitucional”, soltó.
Humberto Agudo, representante del partido Causa R en el estado, comparte la opinión de Hernández y considera que en estos momentos la oposición venezolana debe preocuparse por crear una verdadera unidad antes de ir a presidenciales. “Hay que crear los mecanismos para que Maduro salga este mismo año del poder”.
Abuelos se alzan
“La pensión no alcanza ni para un kilo de queso”, con esas palabras el señor Édgar Silva, coordinador nacional de los Derechos de Pensionados y Pensionadas, rechazó la cantidad de dinero que los abuelos reciben mensualmente.
Silva considera que el Gobierno nacional juega a matarlos de hambre y pide a las autoridades nacionales aumentar el ingreso de los abuelos. “No podemos comprar pastillas, no podemos comprar comida, no podemos hacer nada con la miseria que nos dan”.
La dramática situación que viven los abuelos llevó a la Iglesia Católica a orar por ellos. Hernán López, párroco de Iribarren, aseguró que los abuelos están muriendo por mengua y abandono. “Da tristeza ver tanta necesidad y no hacer nada”, dijo el religioso.