LA PRENSA.- El caso ocurrido en México ha dado la vuelta al mundo. El pasado 8 de marzo, el mismo día que se conmemoró el Día Internacional de la Mujer, se reportó la desaparición de una niña en Querétaro; dos semanas después, su cuerpo fue encontrado en un descampado.
Tras las investigaciones, su primo de 14 años, confesó ser el autor del crimen. La Fiscalía informó que los padres del joven fueron cómplices, pues trataron de encubrir a su hijo cuando se enteraron de lo que había hecho.
“Después de jugar un rato con ella, la llevó hacia un vehículo que se encontraba dentro de su vivienda y ahí abusó sexualmente de ella. Para evitar que la niña gritara le apretó el cuello hasta que perdió el conocimiento y posteriormente la llevó hasta la parte más lejana del inmueble donde le colocó un alambre en el cuello y apretó hasta asegurarse que no presentara signos vitales”, narró Humberto Pérez Gonzáles, vicefiscal de persecución del delito.
Para concretar su crimen, el joven “enterró el cadáver al interior del domicilio para ocultarlo. Al conocer tal situación, ambos padres se pusieron de acuerdo y durante la madrugada de ayer domingo desenterraron los restos de la menor para colocarlos en bolsas plásticas y llevarlos a tirar”, agregó la autoridad.
La víctima de nombre Dulce Cecilia estaba siendo buscada por las autoridades, su identidad fue confirmada por las pruebas de genética forense.
La Fiscalía local ha pedido la detención del adolescente, quien, según las leyes de México referente a los crímenes cometidos por menores de edad, podría pasar un máximo de 3 años de prisión tutelar. Las autoridades también solicitaron que los padres del asesino sean incluidos en el caso por el delito de encubrimiento.