Eva Gómez | LA PRENSA.- La escasez de insumos tiene a los transportistas trabajando a media máquina, quienes se han visto obligados a acortar sus recorridos para tratar de cubrir la demanda de usuarios que se lanzan sobre los autobuses cuando ven que se acercan a la parada.
El presidente de la Ruta 5, Larry Fréitez, advierte que a pesar de que estos planes son una prueba piloto, es posible que tengan que alargarlo porque han dado resultados. Explica que al ser el recorrido demasiado largo, y al no haber el número de unidades necesarias el tiempo de espera para el usuario de hace más largo, y ahora con este nuevo plan, han podido medio cubrir las necesidades.
Sin embargo la Autoridad Metropolitana de Transporte y Tránsito (AMTT) ha sancionado a cinco conductores por aplicar estas medidas. Fréitez responde que “están nadando para no ahogarse”, pues el Gobierno les ha ofrecido muchas cosas, pero nada soluciona los problemas.
Desde el 17 de enero les han subsidiado cambios de aceite de motor, pero lo hacen en lotes de 70 carros, de los cuales sólo 3 pertenecen a la Ruta 5. También les ofrecieron cauchos y baterías, por las que deberán pagar, a precio de subsidio, 15 millones de bolívares.
Un caucho en la calle lo venden en 145 dólares, lo que equivale a más de 34 millones de bolívares a cambio de dólar negro.
Esta escasez de insumos tiene preocupados a los choferes quienes quedarán sin trabajo en cualquier momento.
“De que vamos a morir, vamos a morir, pero por ahora estamos es alargando la vida de los carros”, expresó Yuler Molleja un conductor de la Ruta 5.
El secretario del Sindicato Automotor del estado Lara, Giovanny Peroza, asegura que estos planes de contingencia se vienen aplicando desde hace varios meses, porque los 500 autobuses pertenecen al sindicato no pueden cubrir la demanda de Iribarren y Palavecino.
Peroza no descarta un aumento de pasaje para este primer periodo del año cuando de pasaría de Bs. 1500 a Bs. 3000