Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- El añ;o pasado el sector industrial venezolano celebró con bombos y platillos haber crecido 14.7%, después de nueve añ;os consecutivos en recesión. Pero de enero a junio de 2023 la economía ha dado un revés y vuelven a registrar una contracción de su producción de -7.6%. Así lo reveló la Encuesta de Coyuntura industrial, presentada por Luigi Pisella, presidente de Conindustria.
Los principales factores que impactan en este estancamiento económico ha sido la baja demanda nacional, por el precario poder adquisitivo que tienen los venezolanos, que parece haber llegado a su techo. Economistas sostienen que en esto influye que el presidente de la República, Nicolás Maduro, decidió no aumentar el salario este añ;o y sólo decretar bonos que no tienen incidencia en la escala salarial ni en las prestaciones del sector público, afectando drásticamente a más de tres millones de trabajadores activos en las nóminas del Estado, y a más de cuatro millones de adultos mayores entre jubilados y pensionados.
Un segundo factor que explicó Pisella genera la baja de la producción, es la falta de financiamiento que tienen las empresas y las personas, que ya no tienen opción a utilizar tarjetas de créditos para financiar su consumo, por el alto encaje legal que mantiene el Banco Central de Venezuela (BCV), en 73%. En cuanto al financiamiento de la banca, el sector terciario solamente ha tenido acceso este añ;o a 1.039 millones de dólares, cuando se requieren $5.000 millones de dólares para recuperarse. El 41% de los industriales encuestados reciben créditos de la banca, mientras que un 46% se financia con pulmón propio, es decir con sus ahorros.
Puede ampliar esta información en nuestra edición impresa de este viernes 18 de agosto.