LA PRENSA de Lara.- El asesinato de Frarianny Quiroz a manos de su pareja causó conmoción en el país, tanto así que el homicida pasó a ser el principal tema de conversación en las calles hasta convertirse en «El Diablo de la Silverado».
El 13 de julio de 2019 ocurrió uno de los crímenes más atroces en la historia del estado Lara, Frarianny Liseth Quiroz Ocanto ()= fue asesinada por Pablo Silvino Sánchez Sivira (52).
El hecho ocurrió en la Zona Industrial I de Barquisimeto. Aparentemente Quiroz había finalizado su relación con Sánchez Sivira por su pasado violento, sin embargo, el último encuentro que tuvieron tuvo un desenlace fatal.
Ambos se encontraron en un reconocido centro comercial de la ciudad y ella le pidió que la llevara a su vivienda, los acompañaba la hija de Sánchez.
En el trayecto los ánimos se caldearon y Sánchez no dudó en intentar estrangular a Quiroz. al no lograrlo le clavó un destornillador en el pecho y por último la arrolló en tres oportunidades hasta dejarla sin vida.
El cuerpo de Frarianny quedó tendido en la Zona Industrial I cerca de la planta de llenado de PDVSA gas.
Tras cometer el monstruoso crimen según fuentes policiales Sánchez permaneció 15 días viviendo en la indigencia en plazas de Barquisimeto para intentar perder la pista de funcionarios del CICPC hasta que al verse acorralado decidió huir a Colombia.
Aunque Sánchez se deshizo de sus dos celulares para evitar ser descubierto, la policía implementó la técnica del rastro telefónico y al notar que los números no emitían señal decidieron rastrear los números de sus dos hermanos y un tío, allí determinaron que el tío de «El Diablo de la Silverado» era el mismo Sánchez.
Según el rastro, el homicida intentaba escapar a Colombia a pesar de tener orden de captura de la Interpol, arribó a Guanare el 14 de agosto, 24 horas después llegó a Barinas y luego Mérida donde aparentemente tenía varios días cumpliendo ayuno en una iglesia cristiana.
Funcionarios del CICPC Lara realizaron labores de inteligencia junto con la policía de Mérida. El domingo 1 de septiembre al regresar de la iglesia, Sánchez aparentemente se enfrentó a los uniformados del CICPC Lara, donde resultó abatido.
Dos días después de ser abatido, su cuerpo fue trasladado de regreso a Barquisimeto, donde su familia le dio sepultura entre mariachis, música cristiana y gritos de dolor.