Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- La mayoría de lavanderías y tintorerías del centro de Barquisimeto y todas las que había en el municipio Palavecino cerraron en los últimos tres añ;os por no poder soportar la carga tributaria.
«El tema tributario causa preocupación y amerita tomar estrategias para enfrentarlo. La factura del impuesto de Actividad Económica del Servicio Municipal de Administración Tributaria (Semat), los impuestos nacionales que se pagan al Seniat, más las facturas que llegan de electricidad y agua, cuyas tarifas han venido aumentando hacen muy difícil mantener un negocio en pie, sobre todo cuando se ha perdido clientela por la caída del poder adquisitivo», informó el dueñ;o de una lavandería en la urbanización Nueva Segovia, al este de Barquisimeto, que tiene más de 20 añ;os de fundada.
«Nos mantenemos con clientes fijos. Se tratan de ofrecer promociones, como el lavado de un edredón en 5 dólares para poder captar clientes y así pagar la nómina. Lo que más nos afecta es cuando cortan el servicio eléctrico en horario diurno, porque son cuatro o cinco horas sin trabajar. Se requerirían plantas eléctricas industriales para poner a funcionar las lavadoras que tenemos y eso es muy costoso. Aquí mantenemos la calidad del servicio, eso nos permite tener clientes y salir a flote», comentó otra empresaria, quien prefirió no identificarse.
En una tintorería ubicada en la avenida Lara, además de la carga tributaria los ha afectado el aumento de los precios de insumos, como ganchos, cartones, detergentes o incluso tener en el stock hasta almidón. Ofrecen el servicio de lavado de dos piezas a un precio de 8 dólares y el de cobijas o edredones a partir de 10 dólares.
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