María Betania Jordán | LA PRENSA DE LARA.- La universidad con los años ha ido en decadencia. Tanto así que todos los que hacen vida en ella están en precarias condiciones, pero, los trabajadores obreros son los más afectados, hasta el punto que su sueldo equivale a solo un poco más de 1 dólar y no cuentan ni siquiera con beneficios ni herramientas de trabajo.
Hace unos años atrás podían contar con excelentes beneficios, pero ahorita se han ido devaluando con tiempo, pues la inestable economía hace que todo se pulverice y los obreros universitarios se conviertan en los más golpeados.
Según el Observatorio de Universidades (OBU) a través de la encuesta Enobu, desnudó la realidad del sector obrero universitario, en el cual el empobrecimiento cada día asecha, pues el El 89% del sector aseguró que su salario no le alcanza. Ese panorama se ve en las principales universidades públicas de Lara, pues los obreros de la UCLA, UPEL y la Unexpo están en precarias condiciones.
El 75% de los trabajadores tienen que recurrir a otros trabajos informales para poder mantenerse, pero ante la crisis económica del país, sólo les da para sobrevivir. Frank Alvarado, secretario del Sindicato de Obreros de la UPEL (Soupel) dijo que con el pasar de los años la situación empeora y los trabajadores sólo se quedan en la universidad por agradecimiento y por no dejar derrumbar aún más sus casas de estudio, pero que de 550 trabajadores aproximadamente que había, hoy solo queda la mitad.
El 80% de los trabajadores consultados en la Enobu dijo que come peor que en el año 2018, pues con el sueldo que devengan no les alcanza para tener una dieta balanceada, lo que dificulta su estado de salud, pues el 90% de ellos, según Enobu comen carbohidratos como pan y arepa a diario, mientras que comer carne solamente es una o dos veces al mes por los altos costos. La proteína animal que más consumen son los huevos, pero sólo el 30% de los consultados.
Sin condiciones
Las partidas de presupuesto para dotación de insumos y herramientas de trabajo no se ven desde el año 2016. Es decir, que si antes de la pandemia estaban a la buena de Dios, hoy están peor. Desde esa fecha no reciben equipamiento de seguridad, mopas, guantes, desinfectantes y ahora se le suma las herramientas de bioseguridad para la pandemia.
«Ni un tapabocas nos han dado a los obreros y nuestros salarios por el piso», dijo Frank Alvarado, de Soupel, detallando que en la máxima categoría o rango sólo devengan Bs. 1 millón 700 mil.
Fátima Do Santos, miembro de la Unexpo contó que cada día empeora la situación, pues si antes de la pandemia sólo contaban con agua para limpiar, hoy ni siquiera tienen eso «porque el servicio no llega y los baños fueron clausurados».
Los trabajadores obreros también reclaman que ellos perdieron sus beneficios laborales, es decir, no tienen ni siquiera un HCM o un seguro que les cubra alguna emergencia de salud, y sin un buen salario ellos no pueden acceder al área privada. Exigen la restitución de sus derechos.