EFE | LA PRENSA de Lara.- La terminal de Rumichaca, en la frontera entre Colombia y Ecuador, se vació esta madrugada de migrantes venezolanos. El hecho ocurrió apenas dos horas después de que entrara en vigor un nuevo requisito de visa humanitaria.
Después de un fin de semana en el que se calcula que ingresaron unos 10.000 migrantes, no quedaba ni un solo venezolano en los corredores enrejados que conectan las dos terminales.
El último millar ingresó en un tiempo récord de tres horas desde que les sellaron los pasaportes en el lado colombiano hasta que salieron por el terminal ecuatoriano. Los venezolanos salieron a la estación de autobuses de Tulcán para dirigirse desde allí a otros destinos en el país o, la mayoría, a Perú.
Fuentes policiales en la terminal dijeron a EFE que se autorizó el paso de todos aquellos que en sus pasaportes llevaban un sello de salida de Colombia con fecha del 25 de agosto. Incluso aunque ya hubiera pasado la medianoche.
El escenario para los migrantes
Unos cobijados bajo mantas, otros caminando para calentarse y fumando, y los más pequeños con gorros y guantes, hacían frente a temperaturas de 6-7 grados en un terminal donde proliferaban también los ofrecimientos de vendedores ambulantes.
Por el momento se desconoce la cifra de venezolanos que han quedado del lado colombiano de la frontera y tenían intención de cruzar hacia suelo ecuatoriano.
Oficiales y personal de las agencias humanitarias desplegadas a ambos lados de la frontera indicaron que en los últimos días era patente la afluencia de familias enteras con hijos, algunas de hasta tres generaciones, que la medida adoptada por Ecuador, les decidió a dar el paso de llegar al país. EFE