Lorena Rojas | LA PRENSA de Lara.-& ;Con el rosario en la boca viven unas 300 familias de Cerritos Blancos 2, pues con la llegada de las lluvias temen sufrir inundaciones ya que desde hace más de cinco años los desagües de la comunidad están tapados con basura y escombros.
Una& ; «tronera» de una de las cañerías recibe a quien transite por la vereda 14 entre calles 1 y 2. Se trata de un desagüe lleno de basura que los vecinos abrieron y medio repararon para que el agua de la lluvia pueda fluir; sin embargo, siguen llenos de temor de que las precipitaciones aumenten y se registren más seguido y el trabajo de autogestión no sirva de nada.
«Cuando llueve nos quedamos en casa, si queremos salir tenemos que buscar un bote porque es mucha agua la que baja por la calle hasta la quebrada», dijo la vecina Eugenia Soto.
David Ordóñez, también vecino, recordó que el año pasado en la temporada de lluvia se inundaron a tal punto que los zapatos y juguetes flotaban en un pozo que se formó dentro de su vivienda.
El taponamiento de las tuberías ha obligado a 15 familias a construir pozos sépticos y deshabilitar los inodoros porque están colapsados.
Los vecinos comentaron que también sufren por la electricidad, ya que desde hace más de 3 meses no tienen gas por lo que la mayoría usa cocina eléctrica, pero es tanta la energía que demandan que han generado cortocircuitos en los postes.
El agua por tuberías es otro de sus males, ya que por más de 4 años han tenido que comprar a cisterneros que cobran hasta un dólar por pipa.
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