Ana Uzcátegui | LA PRENSA de Lara.- Una piscina de aguas fétidas es lo que se encuentra en la entrada del ambulatorio de Cerro Gordo.
Desde hace dos años los enfermos deben entrar dando tumbos por la vía principal para no llenarse de excremento y empeorar sus males.
El colapso de las aguas negras en esta zona del noreste de Barquisimeto comenzó a registrarse hace dos años, pero en todo ese tiempo Hidrolara no ha iniciado los trabajos de reparación.
Freddy Moreno es uno de los más afectados. Él vive frente al ambulatorio, y las paredes de su vivienda están resquebrajadas porque el terreno se ha socavado. Entre moscas, olores nauseabundos sarpullido, él y sus nietas intentan hacer vida en el lugar.
«Esto es inhumano, vivimos con los ventiladores a toda mecha para intentar soportar el mal olor en las noches. En cualquier momento la casa se nos puede caer encima, pero los gobernantes de este país no hacen nada, no les importa lo que les pueda pasar», exclamó.
Frank Alvarado voluntario de la ONG Alimenta La Solidaridad, comunicó que tras el colapso de las cloacas que afecta toda la avenida principal de Cerro Gordo y Macías Mujica, el comedor popular donde alimentaban diariamente a más de 150 niños dejó de funcionar.
«La zona está tomada por moscas y con esos olores es imposible prestar un servicio por la fetidez. Han quedado desatendidos más de un centenar de niños y adultos mayores que recibían una ayuda de alimentos diarios, y que actualmente se encuentran en estado de desnutrición», denunció Alvarado.
Flor Silva, señora de la tercera edad exigió a las autoridades competentes que se aboquen a la situación sin mirar colores políticos. «En este barrio llegan los políticos cuando necesitan votos, pero de resto se olvidan de que existimos», expresó.
Vecinos amenazaron radicalizar las protestas de no ser atendidos a la brevedad.