Arnaldo Cordero, de 45 años de edad, hizo una última llamada pocos minutos antes de morir. La familia considera que sólo Dios pudo permitir, que tras caer del puente a una altura de más de cuatro metros logró sacar su celular del bolsillo y llamar a su esposa. «Me caí, tuve un accidente«, fue lo único que escucharon con voz entrecortada por el dolor.
La angustia comenzó luego de colgar esa llamada, comenzaron a buscarlo hasta conseguirlo malherido en el kilómetro 11 de la vía Quíbor.
El lunes por la noche, Cordero regresaba en su bicicleta hacia el Barrio Bolívar, pero perdió el control y cayó hacia el abismo, muriendo al poco tiempo.
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Última llamada hizo que lo consiguieran
Uno de los tíos de la víctima, mencionó que él había culminado su guardia de vigilante en un plantel educativo del barrio La Peña y que aproximadamente, a las 7:00 de la noche se dirigía de regreso hacia su casa, en el oeste. Presumen que pudo perder el control por la oscuridad de la noche en ese trayecto y su bicicleta cayó, o intentó esquivar un desnivel del asfalto. Pero tenía muy cerca el puente y ese barranco, y cayó al vacío.
Comentan que en menos de una hora, parientes y amigos se activaron para poder buscarlo, un señor fue el primero en conseguirlo. Ya estaba agonizando, su cuerpo prácticamente estaba partido en dos partes y además con un severo traumatismo craneoencefálico.