Jennifer Orozco | LA PRENSA.- Son aún unos niños, pero viven y mueren violentamente. Desde el primero de enero de 2017 hasta el 20 de junio son 33 los jovencitos entre 13 y 18 años que han perdido la vida trágicamente por armas de fuego o blancas, siendo el móvil más concurrente la venganza.
Estas venganzas o ajustes de cuentas se dan entre bandas de malandros a las que pertenecen. De los 33 jóvenes que han sido asesinados este año, 10 han sido víctimas de enfrentamientos entre choros.
Este tercio de los homicidios tienen el patrón común de que los chamos residen en zonas de escasos recursos, han abandonado los estudios, tienen prontuario, a pesar de su corta existencia y las fuentes policiales los señalan como consumidores de drogas.
El segundo móvil más frecuente este año han sido los abatidos. Ocho de los 33 chamitos fueron dados de baja por los cuerpos de seguridad.
Entre ellos está “Manolo” de 17 años señalado en un femicidio. Cuando el Cicpc fue a detenerlo en su residencia en el barrio Bolívar enfrentó con un arma a los “petejotas” y durante el tiroteo salió herido de muerte.
De los ocho abatidos, seis tenían 17 años y dos tenían 18 años. Todos habían estado detenidos al menos una vez y ya otros habían probado la amarga experiencia de estar recluidos en el retén de El Manzano.
De los 33 adolescentes víctimas de la violencia, dos han sido de 13 años, incluyendo al jovencito asesinado durante una protesta en Alí Primera.
Otros cuatro tenían 15 años y casualmente todos eran del norte de Barquisimeto. Uno de ellos, que residía en El Cují, fue hallado carbonizado entre restos de cauchos en Cabudare junto a un tipo de 34 años. Hasta ahora, el Cicpc investiga el caso y no han determinado qué vinculación tenían ambas víctimas, pues las familias desconocen si eran amigos.
Otro de los asesinados tenía 16 años y residía en La Piedad Norte y fue asesinado a tiros y golpes en La Piedad Sur. Aparentemente, estaba en una fiesta, discutió con unos tipos y cuando se iba a su casa a pie a las 2:00 de la mañana sus agresores lo persiguieron, le dieron golpes y le propinaron un disparo.
Nueve fueron las víctimas que tenían 17 años, siendo esta la edad promedio de las estadísticas. Entre ellos están seis abatidos, un hampón apodado “Nicky” asesinado en Juan de Villegas, a pesar de que residía en La Sábila y un reo de El Manzano, a quien sus enemigos lo agarraron desprevenido mientras se bañaba y lo mataron a puñaladas.
Ya entrados en su mayoría de edad, 15 hombres y una mujer perdieron la vida todos por tiros.
Carmen Escalona Arriechi (18) estaba en casa de un familiar dueño de un arma de fuego. Al parecer, su familiar manipulaba el arma frente a la chama y se le escapó un tiro. Este hecho ocurrió el 16 de enero en la urbanización Mi Delirio, de Duaca.
De 18 años también hay dos abatidos por el Cicpc. Anthony José Meléndez Pire (18) se engrasó al robar a un “petejota” en Cabudare y Jeanfranco Pérez Saavedra (18) con antecedentes de robo y apodado “Chilo” fue dado de baja, al oeste.