Tragedia de El Tostao no sólo truncó vidas, también sueños

Un adolescente, de 13 años de edad, que apenas iniciaba su vida estudiantil, un joven recién llegado de Perú y un trabajador son los rostros de la tragedia de El Tostao, siniestro vial que ocurrió el miércoles pasada la 1:00 de la tarde.

Como Klever Antonio Naveda, de 34 años de edad, Naudys de Jesús Goyo Pineda, de 40 años de edad, fueron identificados los dos adultos fallecidos. En el siniestro estuvieron involucrados los conductores de una gandola y de una buseta, quienes están bajo custodia policial.

Se supo que las víctimas iban a bordo de una buseta, de la ruta El Tostao-Bolívar, y cuando transitaban por la avenida Florencio Jiménez, presuntamente, el conductor hizo un cruce indebido y el conductor de la gandola, quien tocó corneta, no pudo frenar e impactó a la unidad por la parte trasera.

El impacto provocó el vuelco de la unidad de transporte público y chocó contra un carro pequeño, mientras que los pasajeros salieron expelidos y al caer al pavimento fueron arrollados por el vehículo de carga pesada.

Tragedia con al menos siete lesionados, con heridas considerables.

«Mi hermano salió con mi mamá y sobrino para el centro de Barquisimeto para comprar los adornos navideños para decorar la casa, que recién había comprado Klever y la tragedia ocurrió justo cuando estaba de regreso», comentó el hermano de Klever.

Klever sólo tenía tres días de haber llegado a Venezuela, era oriundo de Churuguara, estado Falcón. Estuvo siete años en Perú, pero hace un tiempo decidió comprar una casa en el barrio Bolívar porque su sueño era vivir con su mamá en tierras larenses.

El joven, cuando se montó en la buseta, le pidió a su mamá que se sentara del lado izquierdo del asiento y él estaría pegado a la ventana, justo en el lugar donde la gandola impactó.

En el caso Naudy, el desespero de no saber de él hizo que su esposa recorriera varios centros de salud de Barquisimeto. El hombre, trabajador de Pdvsa Gas, decidió subirse a la unidad para visitar a su madre, pero no logró verla.

«Llamé al celular de él y me contestó otra persona, al principio pensé que era que había interferencia, volví a marcar y de nuevo contestó esa persona y sólo me dijo que él (Naudys) había tenido un accidente», recuerda su esposa.

Fue por eso que ella visitó varios centros de salud, pero al no tener respuestas pidió a la Policía reconocer los cadáveres y estaba entre ellos. El padre del trabajador fallecido, en medio de su dolor, dijo que no culpa a nadie porque eso no le devolverá a su hijo.

Investigaciones

Una fuente policial indicó que la División de Investigación de Accidentes de Tránsito (Diatt) reportó que, presuntamente, el conductor del ruta se incorporó a la vía de forma indebida, mientras que el de la gandola, supuestamente, iba a una velocidad no reglamentaria para el tipo de vía.