Mario Sosa | LA PRENSA.- EL CUERPO DE José Ramón Barrientos quedó tirado en la vía a pocos metros de su motoc que quedó hecha trizas todo el frente de la Blazer quedó abollado luego de impactar la moto donde viajaba Juan Ramón.
Un gran alboroto provocó la noche del jueves un accidente de tránsito luego de las 8:00 de la noche en la avenida Isaías Ávila de Carora, cuando una camioneta se llevó por delante a un motorizado causándole la muerte.
La víctima fue identificada como José Ramón Barriento, de 37 años, quien más temprano se encontraba visitando a sus familiares en el sector El Roble. Cuando se disponía a retirarse para su vivienda, fue sorprendido por un vehículo que lo embistió lanzándolo varios metros por el pavimento. Los familiares fueron notificados de que “Chemón” —como le decían cariñosamente— había tenido un accidente y estaba muy grave.
Vecinos indicaron que no tenían muchos detalles del accidente porque todo sucedió muy rápido. Aunque testigos que presenciaron el incidente aseguran que la camioneta marca Chevrolet, modelo Blazer de color rojo, que impactó la moto en la que se trasladaba Chemón iba a toda velocidad. Su cuerpo sin vida quedó entre la acera y el pavimento dejando un gran charco de sangre sobre la vía. Curiosos se acercaron para ver el cadáver que luego fue cubierto con una sábana.
En cuanto a la información del conductor de la camioneta se desconocen detalles, ya que de forma rápida fue alejado del sitio y para resguardar su seguridad y evitar que los familiares de la víctima pudieran agredirlo en represalia por el siniestro.
De acuerdo con el parte médico, Barrientos murió de manera instantánea sufriendo politraumatismo generalizado y recibió también un golpe en la cabeza. Las autoridades llegaron al sitio en cuestión de minutos y el cadáver fue trasladado a la morgue del Hospital Pastor Oropeza de Carora.
La Policía Nacional Bolivariana (PNB) se encargó de las mediciones y del levantamiento de los vehículos para determinar las causas del accidente y responsabilidades. José Ramón Barriento, quien era el tercero de cinco hermanos, deja tres hijos huérfanos. Su padre informó que se dedicaba al comercio de productos lácteos y tenía su residencia en la calle Bonifacio Parra con vereda 9 de la urbanización Calicanto.
Comentó que antes de su muerte visitó a su madre en el sector El Roble de la capital torrense.