Euseglimar González | LA PRENSA.- La principal causa de la fuga de los presos de la comisaría La Floresta fue por hacinamiento. Alrededor del 44% de exceso de reos había en uno de los dos calabozos de nueve metros cuadrados. Allí convivían 26 detenidos cuando, según los funcionarios, la capacidad de los calabozos es entre 15 a 20 personas.
El “infierno” de vivir en un espacio de 3 x 3 metros hizo que los reos planearan una fuga masiva y su plan se concretó el lunes en la noche, cuando lograron escapar 14. Aunque en el intento, dos murieron al ser abatidos y dos fueron recapturados, ayer en la mañana lograron ponerle los ganchos nuevamente a otro evadido.
El lunes a las 7:50 de la noche dos policías que estaban de custodia en La Floresta fueron a darles agua a los detenidos. Aparentemente, sin seguir el procedimiento regular y tras un descuido de los funcionarios dos de los presos empujaron a los uniformados, despojaron a la femenina de su arma de reglamento y los sometieron. Mientras eso sucedía, se escapaban por la puerta principal los 14 reos.
Tras la fuga, seis policías además de dos funcionarios de Inteligencia que estaban en la zona, comenzaron la búsqueda. Supuestamente, Gilberto Vargas era el que tenía el arma policial y estaba acompañado de Óscar Mendoza. Este par enfrentó a tiros directamente a la comisión que los buscaba.
Mendoza cayó malherido dentro de la iglesia Luz del Mundo, a una cuadra de la comisaría, mientras que Vargas siguió corriendo hasta la avenida principal de Retén Arriba y luego de ser trasladados al ambulatorio de Tamaca murieron.
Ayer en la mañana dieron con el tercero recapturado y se trata de Oliver López. En la calle siguen nueve hampones pirados. La Fiscalía 21 del Ministerio Público estuvo en la morgue del Hospital Central en las investigaciones sobre los dos reclusos que fueron abatidos.
Extraoficialmente se conoció que jefes de la comisaría y funcionarios que estaban de guardia fueron citados por la Fiscalía a declarar por la fuga.
También se supo que el supervisor agregado Nancy Aranceles González Colina y el oficial agregado Rafael Antonio Andrade Delgado, que fueron los atacados por los reos, quedaron privados de libertad mientras que la Fiscalía investiga las acciones de los funcionarios.
Según reporte, la detención fue por no tomar medidas de seguridad en el área del calabozo.