José Sequera | LA PRENSA de Lara.- Un detenido de la Comandancia de La 30 de Polilara, identificado como Víctor José Ochoa Camacho, de 25 años, murió la tarde del domingo por una «Insuficiencia respiratoria aguda», causada por, presuntamente, padecer un severo cuadro de deshidratación y desnutrición en el que se encontraba desde hacía meses.
Según informó una fuente del Hospital Central de Barquisimeto, Ochoa llegó procedente de la celda el pasado 23 de abril, pues estaba presentando dolor abdominal, vómito y fiebre. Desde ese día y hasta el domingo, se le suministró furosemida, un diurético indicado para problemas cardíacos e insuficiencia renal, junto a un suero para tratar de hidratarlo.
Durante esos tres días, Ochoa estuvo recluido en el área de Observación de Hombres. Según fuentes médicas, presentaba mucha debilidad y una baja en su peso y talla. El día en que murió recibió la visita de una funcionaria adscrita de Seguridad y Derechos Humanos del Consejo Legislativo del estado Lara a eso de las 11:00 de la mañana.
En esa visita, la funcionaria dictaminó que para el lunes (ayer) se le debían practicar exámenes médicos de laboratorio para determinar cuál era realmente el estado de salud que tenía el privado de libertad. La visita duró casi una hora, pues de acuerdo a la fuente médica, antes de las 12:00 del mediodía, Ocho volvió a estar solo.
Pero, tres horas después, el privado de libertad comenzó a complicarse y se descompensó, por lo que los médicos de guardia comenzaron a tratarlo médicamente para tratar de recuperarlo, pero unos minutos antes de las 4:00 de la tarde, se confirmó la muerte del veinteañero.
El cuerpo fue trasladado hasta la morgue, y se espera que hoy se le practique la autopsia de ley, para determinar cuáles fueron las verdaderas causas de su muerte. Hasta el cierre de esta edición, la familia de Ochoa no había reclamado su cadáver.
Ochoa estaba detenido en la Comandancia La 30 desde febrero del 2017 por el delito de agavillamiento y robo a unidad de transporte público, pero, supuestamente, su proceso judicial se había demorado y estaba en espera de traslado para un penal.
Hacinamiento
En los calabozos de la Comandancia La 30 se respira poco aire debido al gran hacinamiento de presos que hay tras los barrotes. De acuerdo a fuentes policiales, actualmente en este centro de detención preventivo existen alrededor de 500 privados de libertad, cuando la capacidad ronda en el centenar de detenidos.
Sin embargo el retardo procesal hace que los detenidos duren hasta más de dos años esperando sentencia.
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