Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA.- El hambre y la tuberculosis marcaron el registro de los privados de libertad que murieron durante el primer semestre del año 2021. Un total de 26 reclusos fallecieron en diferentes Centros de Detención Preventivas y penales del estado Lara, siendo estas causas su peor condena.
LA PRENSA registró un total de 26 reclusos fallecidos de los cuales el 69 % murieron por tuberculosis y hambre, seguido paros respiratorios, cirrosis hepática, arma de fuego y objeto contundente.
Según las cifras enero registró seis detenidos muertos, seguido de febrero con cuatro, marzo 5, abril 3, mayo cuatro y el recién finalizado mes de junio terminó con cuatro reos muertos.
De los 26 privados de libertad, 20 estaban recluidos en la Comunidad Penitenciaria Fénix-Lara, mientras que en el Centro Penitenciario David Viloria, mejor conocido como Uribana murieron tres y en los Centros de Detención Preventivas (calabozos policiales) fallecieron tres.
Entre los casos se encuentra la muerte de Marcelino Contreras Camargo, de 65 años, recluso de Fénix, a quien lo mató el hambre. Tenía tres meses comiendo las conchas de frutas que desechaban sus compañeros, para poder mantenerse. En abril no aguantó más y su vida se apagó.
La historia de Marcelino no es la única en los penales de Lara, entidad que registra el mayor número de reclusos muertos por enfermedades, siendo la desnutrición y la tuberculosis la peor condena para ellos.
«Los privados de libertad se están muriendo de desnutrición, la tuberculosis es la consecuencia de ella. La TBC no mata, sólo que el cuerpo no tiene defensas para combatirla y es por eso que lleva a la muerte», dijo Carolina Girón, directora del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), durante una entrevista con LA PRENSA, en junio.
No solo las enfermedades mataron a los presos, también la violencia desatada dentro de las celdas. Los primeros días de enero en Uribana ocurrió un motín que terminó con un reo muerto y varios heridos, esto en rechazo al cobro de «causa».