Anaís Mendoza | LA PRENSA.- Una fiesta que termina con sangre. A las 4 de la madrugada de ayer el ambiente de rumba se mantenía en el conocido paseo Juan Guillermo Iribarren, al este de la ciudad hasta que un tipo mató a un joven de un disparo en el pecho.
Andrés Enrique Madrid Piña de 28 años estaba compartiendo con unos panas en el lugar donde se forman “achantes” los fines de semana.
Andrés se encontraba con varios panas y familiares pasándola bien. De repente en medio de la conga sostuvo unas palabras con un hombre. Se conoció que el homicida de Andrés lo empujó y supuestamente lo golpeó, Andrés se defendió y se fueron a las manos.
Pero los panas que compartían con él los separaron y todo se calmó. En cuestión de segundos el matón buscó un arma de fuego que guardaba en el vehículo en el que andaba. La tomó y se devolvió hasta donde estaba Andrés y delante de sus amigos le dio un disparo en el pecho. Luego de herirlo el tipo se perdió del sitio.
Andrés quedó muerto y las personas que estaban en el lugar se fueron, el paseo quedó medio vacío. El cuerpo fue ingresado ayer en la mañana los familiares y amigos seguían tomando cervezas en la morgue mientras decían que el chamo era un buen hombre.
La esposa dijo que Andrés tenía una hija de 6 años, y acotó que era la primera vez que salía a beber al lugar.
Herida
Greyne Mendoza de 30 años ingresó herida al hospital. Según su versión recibió un disparo en el mismo lugar donde mataron a Andrés.