Familiares de los hombres se enteraron del accidente por redes sociales y confirmaron su muerte en la morgue
Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA.- «Los dos se murieron, están muertos», gritaba una dama afuera de la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda, luego de confirmar que Francisco y su hijo Hermis Johan Mendoza (36) perdieron la vida en un accidente, hecho ocurrido la mañana de este jueves en la avenida Intercomunal Barquisimeto-Duaca.
La prima de Hermis fue la primera en llegar al Hospital Central Antonio María Pineda, sus pasos eran apresurados y cuando llegó a la morgue le preguntó al personal por la identidad de las víctimas, al principio creyó que sólo se trataba de un muerto, pero le confirmaron que tanto el padre como el hijo murieron. La dama de inmediato caminó y se encontró con otro grupo de familiares y en medio del llanto les dijo que estaban muertos.
Pasadas las 8:00 de la mañana, Francisco y Hermis iban a bordo de una moto por la intercomunal, pero justo cuando pasaban por la entrada de San Jacinto, una gandola, que iba en sentido hacia Pata ‘e Palo, aparentemente, presentó una falla mecánica lo que causó el arrollamiento de los dos hombres.
Los dos hombres quedaron debajo de la gandola. Las personas que presenciaron el accidente entraron en shock, mientras que algunos motorizados corrieron a auxiliar.
Francisco estaba bocarriba, aún llevaba puesto su casco, pero debido a las fuertes lesiones que sufrió murió de inmediato.
Mientras que Hermis presentó múltiples lesiones en su cuerpo, pero la que se le apreciaba más era la de su hombro. Las personas al percatarse que aún tenía signos vitales gritaban que llamaran a una ambulancia.
Poco tiempo después llegaron las ambulancias y los paramédicos atendieron a Hermis, su estado de salud era delicado, lo trasladaron hasta la Emergencia del Hospital Central, pero al poco tiempo murió.
Los familiares y vecinos de las víctimas se enteraron de su muerte por redes sociales. Cerca de las 11:00 de la mañana, la familia llegó a la morgue y estaban desconsolados, no podían creer lo ocurrido.