Euseglimar González | LA PRENSA de Lara.- La sangre corrió en cuatro municipios de Lara durante la primera quincena de octubre. Diez personas murieron en hechos violentos, según las cifras que a diario registra LA PRENSA.
Iribarren registró cinco muertes, tres por presuntos enfrentamientos y dos fueron perpetrados por criminales con el móvil de ajuste de cuentas. Mientras que Palavecino y Morán igualaron las cifras con dos crímenes ocurridos en cada municipios, por último en Jiménez sólo hubo un crimen.
La mayoría de las muertes fueron perpetradas por cuerpos de seguridad, pues LA PRENSA contabilizó que hasta el 16 de octubre murieron siete hombres en manos de los cuerpos de seguridad del estado. También se registraron tres crímenes cometidos con arma blanca y objetos contundentes.
La semana pasada a Ramón Antonio Araque Ramos, de 54 años, lo asesinaron a punta de golpes. El caficultor estaba en su casa del caserío Ojo de Agua de Guarico, municipio Morán, el pasado 8 de octubre junto a su hijo de 11 años cuando unos hombres con rostros tapados y escopetas lo sacaron de su vivienda y lo montaron a la fuerza en una camioneta.
Los encapuchados, tras sacarlo de la casa, lo llevaron hasta el cerro El Viento, ubicado a una hora de Ojo de Agua y estando allí, supuestamente, miembros de la Brigada de Seguridad Rural de Morán (especie de policía integrada por personas civiles que resguarda a los agricultores), lo torturaron y golpearon hasta dejarlo moribundo. 24 horas después el hombre falleció a consecuencias de la brutal golpiza que recibió.
Hace dos días Fernando Suárez Suárez (27), fue asesinado en la manzana 44 del sector La Vieja Lucha, al oeste de Barquisimeto, cuando estaba sentado «agarrando fresco» y comiéndose un heladito, y fue en ese momento en el que, supuestamente pasaron dos hombres en una moto y le propinaron dos disparos en el tórax agonizando por unos minutos.