Euseglimar González | LA PRENSA.- Tras cinco días de agonía recluido en el Hospital Central Antonio María Pineda, José Sacarías Núñez, de 52 años, murió a consecuencias de quemaduras de tercer grado en el 50% de su cuerpo.
José estaba en su vivienda en el caserío El Potrerito, municipio Turén del estado Portuguesa, el jueves ocho de diciembre se levantó a las 4:00 de la mañana y se fue hasta la cocina porque iba a cocinar. Prendió un fósforo y cuando se acercó a la hornilla explotó la bombona de gas y le quemó la cara, parte de los brazos y pecho.
A consecuencias de la explosión, el colchón y las cortinas de la casa agarraron fuego, él como pudo trató de apagar todo para que su vivienda no se le incendiara. Cuando pudo aplacar el fuego se fue hasta donde el sobrino que vive cerca de la vivienda. Este lo auxilió y lo llevó hasta el ambulatorio de Turén, pero estuvo hasta las 7:00 de la mañana de ese día y fue referido al hospital de Acarigua, porque no tenían insumos médicos. Allí estuvo recluido todo el día y llamaron a Duarvis Núñez, quien es el hijo de José.
Luego de estar recluido en Acarigua, el viernes de la semana pasada fue trasladado hasta el Hospital Central Antonio María Pineda y estuvo hasta el miércoles a las 10:00 de la noche donde falleció.
Durante el incendio, José aspiró el humo y eso hizo que se complicara y tuviera insuficiencia respiratoria. Ayer, los familiares estaban en morgue esperando el cadáver.