José D. Sequera – LA PRENSA de Lara .– El niño de cuatro años que el pasado sábado se cayó y casi se ahogó en la piscina de un local de venta de sopa en el barrio La Apostoleña murió ayer en la mañana en el Hospital Pediátrico de Barquisimeto por complicaciones en su pulmón derecho y sus riñones.
«No sabemos cómo logró entrar al área de la piscina porque la puerta estaba cerrada y el pasador estaba muy alto para el pequeño niño», expresaba con tristeza la abuela del menor, Yolanda Terán, en las adyacencias de la morgue del Hospital Central mientras estaba rodeado de otros familiares.
Con voz pastosa, Terán contó que su hija, Yohannys González (21) es cocinera en ese local de comida y ese sábado se llevó al pequeño para que se distrajera con la música, porque para el domingo estaba pautado un evento y el resto del personal estaba instalando el sonido y arreglando la piscina, cuya área está separada por una puerta.
A eso de las 4:00 de la tarde González estaba comiendo en una mesa del lugar junto a un hermano y el pequeño y «en cuestión de dos minutos», el niño se le escapó a su madre sin que esta se diera cuenta.
Fue la hermana de la dueña del local que, al entrar al área de la piscina, la cuál tenía una profundidad aproximada de un metro 60 centímetros, se asomó y vio al niño en el fondo.
Con gritos, la mujer alertó de su hallazgo. Uno de los hombres que estaba instalando el sonido se metió a la piscina y sacó al bebé, quien para ese momento tenía la piel morada e hinchada, así como lo globos oculares sobresaliendo levemente de sus cuencas.
La asustada madre le practicó respiración boca a boca ahí mismo al niño, logrando que este vomitara el agua y recobrara la conciencia, sin embargo el alivio fue momentáneo porque en pocos minutos volvió a perder el conocimiento.
Al menor lo trasladaron al Hospital del Seguro Social Pastor Oropeza, pero al rato fue referido al Pediátrico, donde estuvo en el área de Atención Médica Inmediata (AMI) 1. La desconsolada abuela contó que después de una primera revisión, la médico que estaba a cargo del menor les avisó que el colapso de él sería progresivo.
Durante todo el domingo, el niño se mantuvo intubado y con ventilador manual, además de segregar pequeñas cantidades de espuma por la boca. Ayer en la mañana, durante la revista médica el niño murió por un paro respiratorio producido por el colapso de su pulmón derecho así como la paralización de sus riñones.
La abuela del niño lo calificó al niño como uno muy «inteligente que le encantaba jugar con sus primos y amigos». Era hijo único.