Euseglimar González | LA PRENSA.- Un joven fue asesinado ayer en la madrugada de un disparo en la espalda cuando iba junto a sus familiares y amigos por el puente de El Trompillo. El matón llevaba puesto un suéter con capucha.
Jéremy Alicaíl Pérez Lugo (20) estaba en una fiesta junto a sus familiares en el barrio San José. Antes de las 12:00 de la madrugada decidieron regresar a su casa en El Trompillo. Cuentan sus familiares, que cuando iban por el puente que comunica a los dos sectores, San José-El Trompillo, un tipo les salió de la nada.
“Llegó a robarnos, nos iba a robar”, repite una y otra vez uno de los jóvenes que lo acompañaba mientras se fuma un cigarro y por su rostro recorren dos lágrimas.
La zona era muy oscura, pero detallaron que el tipo cargaba un suéter con capucha y el rostro no se le veía. Jéremy iba junto a amigos y familiares, que eran seis aproximadamente, se quedaron paralizados cuando el tipo les salió. Supuestamente, el hampón cargaba una pistola y tras la resistencia de los jóvenes, el tipo disparó tres veces. Una de las balas impactó en la espalda a Jéremy. Tuvo entrada y salida.
Jéremy cayó de inmediato al suelo y estaba sangrando, todos corrieron a auxiliarlo, el joven estaba consciente. Uno de los muchachos salió corriendo a buscar un carro para trasladarlo a un hospital.
Cuenta el joven que él salió corriendo hasta la casa de un amigo en El Trompillo, cerca de donde vivía Jéremy para que lo ayudara y auxiliaran al jovencito.
“Él hablaba, pero no sé qué dijo, porque apenas lo hirieron salí corriendo a buscar una ayuda”, comentó uno de los allegados al muchacho.
A Jéremy lo montaron en el carro particular y se lo llevaron hasta el Hospital Central Antonio María Pineda, pero antes de que llegara al centro de salud murió.
El joven fue ingresado a las 12:30 de la madrugada a la Emergencia y fue cuando lo declararon muerto.
Ayer en la mañana, los familiares estaban alrededor de la morgue y contaron que Jéremy era un joven tranquilo y que le dispararon fue para robarlo, aunque no le quitaron nada de sus pertenencias.
No cargábamos nada de valor”, dijo una joven que estaba cuando ocurrieron los hechos.
Los allegados a Jéremy descartaron que él haya tenido problemas con otra persona durante la fiesta. Detallaron que en el sitio en donde estaba había sólo parientes, pues era una reunión familiar. No era primera vez que Jéremy caminaba por esa zona y a la misma hora, aseguraron que siempre lo hacía, pero acompañado.
El joven aspiraba ser funcionario de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y ya se estaba preparando para eso.