Anaís Mendoza | LA PRENSA.- La señora Mireya Jiménez luce cansada y agotada. Ella estaba ayer a las afueras de la morgue esperando que le entregaran los cadáveres de su esposo Roseliano Bautista Gómez (59) y sus dos hijos Luis Armando Gómez Jiménez (32), y Manuel Jiménez (25).
Los tres fueron abatidos en un enfrentamiento con el Cicpc de la Subdelegación San Juan el martes en la tarde, en el sector 5 del barrio La Paz. Ese día perdió la vida el detective agregado José Luis Rodríguez, conocido como “El Puma”.
Mireya cuenta que hace 17 años llegaron desde Naguanagua, en el estado Carabobo. Ella y Roseliano decidieron mudarse a Barquisimeto y buscaron una residencia en el barrio La Paz. “Tuvimos 8 hijos, yo no crié malandros de una banda, hice lo mejor como madre”, relató la señora.
Ella reconoció que su hijo Luis, uno de los abatidos, tuvo problemas con la justicia. En 2012 lo sentenciaron a 8 años de prisión en Uribana por el delito de robo agravado, pero salió por buen comportamiento. Una hermana de los chamos abatidos contó que Manuel, hace una semana se metió en problemas con integrantes de la banda “Los Chiveros” que mantienen el control de venta de droga en La Paz.
Ella explicó a La Prensa que dos primos de la familia buscaron a Manuel en su casa para solucionar el lío. “La noche del miércoles pasado Manuel se fue con los dos primos que son dañados hasta la casa de “Los Chiveros” y allí se enfrentaron a tiros, los dos primos resultaron heridos y están hospitalizados en el Seguro Social, pero a mi hermano no le pasó nada”, explicó la muchacha.
Ambas acotaron que, al día siguiente de este problema, dos integrantes de la banda “Los Chiveros” se fueron hasta el sector 5 de La Paz, llegaron a la casa donde residían Luis, Manuel y su padre Roseliano.
Cuentan que cuando los malandros llegaron al hogar secuestraron durante seis horas a Luis junto a su esposa y los dos hijos de la pareja. Su padre y Manuel no estaban en la casa. Aunque “Los Chiveros” no les hicieron nada, sino que sólo los asustaron, al día siguiente Luis mandó a Valencia a su mujer y los dos niños.
Tanto Mireya como su hija aseguran que Luis y Manuel buscaron unas pistolas y estaban armados dentro de la casa, cuidándose de “Los Chiveros”. El martes, día del enfrentamiento, los “petejotas”, que buscaban en labores de inteligencia a “Raulito” que se enconchaba en la casa de los Jiménez, llegaron y se produjo el intercambio de balas.
“Luis estaba en la parte alta de la casa cuidando y viendo quién llegaba, pero mi papá le abrió la puerta a los funcionarios que soltaron un tiro. Esto alertó a Luis y en ese momento disparó para abajo y mi hermano le disparó al funcionario”, esta versión la cuenta la muchacha.
Mireya y su hija están conscientes de que Luis asesinó al detective José Luis Rodríguez, pero ellas explican que los hermanos estaban esperando a “Los Chiveros”, no a los detectives del Cicpc.
Ambas aseguran que los detectives llevaron a Roseliano y a Manuel al cerro y los abatieron, y por eso denunciará el caso a la fiscalía. Aseguraron que trataron de ayudar a Manuel, pero él nunca les hizo caso.