LA PRENSA DE LARA | Agencias.- Un crimen atroz se registró el pasado domingo en el barrio Néstor Kirchner, al sur de la provincia de Tucumán, Argentina. Según las autoridades, un hombre asesinó a su hijo de 3 añ;os por retaliación a su pareja y después se quitó la vida.
Según medios locales, Maximiliano Lazarte trabajaba como albañ;il y se había separado de Matilde, madre del niñ;o, semanas atrás, luego de una década de relación.
La abuela de la víctima afirmó a La Gaceta que Lazarte era una persona violenta y estaba «obsesionado» con quedarse con la custodia completa del menor.
El 26 de enero pasado fue el día detonante de la separación. Al parecer la madre de Matilde fue a buscarla y descubrió que su yerno la tenía encerrada en un cuarto, impidiéndole salir a trabajar, reseñ;ó TN.
En su declaración, confesó que luego de la visita se generó una discusión de pareja que la impulsó a llevarse a su hija y nieto a su casa. Desde entonces comenzaron los problemas por la custodia.
De acuerdo con su relato, aquel sábado, su hija preparó al niñ;o y lo dejó en casa de su padre porque iba a pasar varios días con él.
«Hasta el martes mi nieto iba a estar con él y después mi hija lo buscaría. Ya estaban haciendo los trámites para inscribirlo en el jardín», detalló. Sin embargo, el hombre no cumplió con su promesa y decidió acabar con la vida del pequeñ;o ese mismo día, antes de suicidarse.
Al día siguiente, Matilde intentó comunicarse con su ex para saber cómo estaba el niñ;o, pero no tuvo respuestas. Mientras tanto, su cuñ;ada, quien vivía cerca del agresor, encontró los dos cuerpos alrededor del mediodía.
«Los forenses determinaron que tenían 24 horas de fallecidos en el lugar. Realmente la escena fue desoladora», comentó al medio el fiscal Alejandro Valeros al medio citado.
Los restos del niñ;o estaban sobre un cuarto de construcción, completamente carbonizados. A pocos metros, el padre estaba colgado del techo. Tal parece que Lazarte provocó un incendio que ya estaba apagado cuando los bomberos y agentes de la policía llegaron.
Devastada por el hecho, la abuela señ;aló que durante su relación, su hija vivía con miedo. «No quería que nadie supiese de lo que él le hacía». Finalmente, agregó que la joven «no quería que nadie supiese lo que él le hacía. La maltrataba, le hacía de todo. La obligaba a que ella le diera la mitad de su sueldo y además la tarjeta Alimentar. La vivía».
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