Osman Rojas | LA PRENSA.- “No estaba armando ninguna banda como dicen. A mi hijo lo mató su propio tío”, con esas palabras la señora Vanessa Alvarado, madre del joven de 13 años asesinado en Quíbor el pasado viernes, señaló a Otoniel Mujica “Otico”, como el responsable de la muerte de su pequeño.
Sin pelos en la lengua y con lágrimas en sus ojos, la mujer cuenta que, junto a su familia, el muchacho estaba jugando truco (baraja) cuando las cosas se salieron de control.
“Un primo de mi hijo que estaba allá jugando con ellos contó lo que pasó. El ‘Otico’ sacó una pistola y lo apuntó y le dijo: Pajarito mira lo que tengo para ti, accionó tres veces el arma porque pensó que estaba vacía, pero a la tercera sonó el disparo”, denunció la madre.
Lo que más indigna a Alvarado es el comportamiento que tuvo la familia luego de eso. Según cuenta la mujer, los familiares del joven lo sacaron a la acera y lo dejaron allí tirado para que se muriera. Sólo la esposa de “Otico” se apiadó del muchacho y quiso prestarle ayuda, pero en respuesta recibió insultos de su marido y de los presentes en la casa.
«Me lo dejaron morir como a un perro y nosotros sólo pedimos que se haga justicia”, comentaba la mujer.
Cuestionada sobre el porqué “Otico” tenía un arma en su poder. Alvarado aseguró que “esa familia es de plata” y que la pistola es para cuidar los galpones, aunque luego dijo que el mismo “Otico” estuvo involucrado en el robo de una moto.
“Yo se lo dije a los policías y no me importa que me maten. ‘Otico’ se robó una moto porque a su mamá le habían robado una anteriormente y de allí se prendió un problema en la zona”, sentenció.
Según contó Alvarado, “Otico” se entregó a las autoridades este sábado y la familia hará seguimiento para que las autoridades no lo suelten. “Esa gente tiene plata y con plata todo se puede, pero nosotros no permitiremos que él salga a la calle. La fiscal 16 agarró el caso y ella se encargará de hacer que la justicia se cumpla”, dijo la madre.
Sobre el muchacho asesinado, Alvarado dijo que era bien portado. Dejó los estudios luego de sacar el sexto grado y desde entonces recogía cebollas con el papá.
“No se metía con nadie y nunca visitaba a ese tío. No sabemos por qué fue, lo único cierto es que me lo trataron como un criminal. Lo dejaron morir en una acera y después dijeron que fue una moto que le disparó”, concluyó.