Euseglimar González | LA PRENSA.- Un proyecto de vida; un disparo que no permitió que se cumpliera. Así es la historia del adolescente de 14 años que fue asesinado en el contexto de las protestas en contra del Gobierno Nacional en 2017.
Un año después de su muerte, su madre pide justicia.“Sus metas no se lograron por ese tiro. Cada vez que veo las cosas de él, sus proyectos no aguanto y lloro. Él era mi esperanza después de la muerte de su papá”, dice Marbelis Giménez, madre del adolescente.
El 11 de abril de 2017 tres personas fueron heridas mortalmente en diferentes zonas de Barquisimeto, uno murió el mismo día, el adolescente al siguiente día y el otro, dos días después. El 12 de abril el jovencito, con una herida en el costado luchó por su vida durante 15 horas, pero la bala perforó sus intestinos y murió, pasadas las 11:00 de la mañana.
Ese día, a las 8:00 de la noche Marbelis le dijo a su hijo que fuera hasta la entrada del urbanismo para comprar unas empanadas para la cena. Recuerda que le acotó que si no habían que llevara una masa para hacer arepas. Quince minutos después, un vecinito le tocó la puerta y le dijo que a su muchacho le dispararon.
Él no estaba protestando. Él salió a comprar empanadas y se encontró con las manifestaciones. El Cicpc determinó que el disparo lo hicieron desde el urbanismo”, recuerda Marbelis.
La madre se lleva su mano derecha hasta la cara y dice: “Me echaba la culpa todos los días y me decía porqué lo había mando a comprar ese día, pero después entendí que no es mi culpa‘”.
Luego de la muerte del joven, Marbelis cuenta que tuvo que asistir a psicólogos, porque la depresión la estaba “matando”. Se la pasaba todo el día acostada en la cama de su muchacho viendo sus pertenencias.
Recuerda que el joven quería estudiar ingeniería petroquímica, ingresar a la marina o ser Cicpc, esta era la que más le llamaba la atención. Hasta un chaleco antibalas de cartón usaba para jugar.
Cuando se le pregunta a Marbelis sobre la actualidad del caso, la única respuesta que dice es que hay un hombre detenido. “Lo que quiero es justicia, porque no fue a un perro que mataron. Este año ha sido difícil. Me ha tocado acostumbrarme a estar sin él, me hace mucha falta”, dice Marbelis, mientras que se pierde en sus pensamientos, que se le debe repetir dos veces una pregunta para que entienda.
Desde hace meses se conoció que Héctor Yohan Zapata Felice de 29 años es el principal señalado la muerte de este chamo y quien fue presentado por el Ministerio Público ante tribunales, pero de su pena no se conocen detalles.
Marbelis, está más delgada que el año pasado. Dice que la muerte de su hijo mayor le ha afectado, pero también la situación económica del país. La madre del jovencito dice estar entre la espada y la pared, pues por una parte trata de sobrevivir sin su hijo y por la otra están sus 4 niños que no quieren vivir más en el apartamento.