Euseglimar González | LA PRENSA.- “¡Ay Dios mío! Qué te hicieron. Ahora quién me va a hacer el café en la mañana cuando me vaya a trabajar!”, gritaba desesperada la madre de Ibrahim José Durán Pérez (22). El joven travestí fue hallado muerto ayer entre un monte de la Circunvalación Norte por el Polígono de Tiros.
La desesperación de la madre era tan grande porque no lograba reconocer a su muchacho, pues el cuerpo estaba en fase de descomposición y quedó irreconocible. La cara estaba calavérica y de color negro. Estaba descalzo, vestía jean y suéter, tipo crop top de color fucsia.
“¡No puede ser él, él no cargaba esa blusa. Pero el pantalón es muy parecido al que le regalé. Ay Dios señor por qué me le hicieron esto!”, gritaba llorando mientras el papá de Ibrahim la agarraba fuerte.
El cuerpo estaba bocarriba, la pierna izquierda la tenía doblada. El cadáver estaba en avanzado estado de descomposición. “Yunior” como también era conocido Ibrahim estaba desaparecido desde el sábado en la noche. La madre contó que el muchacho salió de su casa en la calle 2 con vereda 3 de San Lorenzo Viejo, pero a las 5:00 de la tarde regresó a buscar una botella de licor y le dijo que estaba cerca de la casa.
“Mamá, yo estoy ahí mismo”, fue lo último que recuerda la madre de lo que le dijo Ibrahim. Relata que ella le pidió que se cuidara porque la calle estaba muy peligrosa.
Cuentan que el travestí se fue a una fiesta, pero en el carro que iba fue impactado por otro vehículo e Ibrahim se salió. Supuestamente, unos hombres armados se bajaron del otro carro a ver lo que sucedía.
“Ah, este es otro travestí. Vámonos, se quita todo el mundo de aquí”, dijo uno de los hombres armados y montaron a Ibrahim al carro y se fueron. Esa fue una de las versiones que dio la mamá, según se la contó un vecino de la comunidad.
A Ibrahim lo están buscando desde el domingo, pero no fue hasta el lunes que la mamá comenzó a buscar a su hijo en los centros de salud y comisarías, fue al Cicpc para formular la denuncia, pero allí le dijeron que tenía que cumplir las 72 horas para poder reportarlo como desaparecido.
Ayer en el transcurso de la mañana, cuenta la señora que fue hasta el Cicpc y formuló la denuncia. Apenas estaba llegando a su casa en San Lorenzo, cuando recibió una llamada de un “petejota” y le informó que en la Circunvalación Norte a la altura del Polígono de Tiros habían hallado un cadáver y querían que fuera para que lo reconociera.
A Ibrahim lo reconocieron por la ropa interior que cargaba. La mamá al verle el sostén de color morado comenzó a gritar y decía que sí era su muchacho. “¡Hijo perdóname si te dije algo malo. Yo lo quiero abrazar, déjenme abrazarlo es mi hijo!”, lloraba gritando la mujer mientras la sostenían.