Anaís Mendoza | LA PRENSA.- Un doble homicidio se registró anoche a las 9:00 pm entre en la urbanización la Sucre y la avenida Libertador con calle 29. Dos hombres fueron tiroteados cuando, supuestamente, cometían un atraco en un puesto de comida rápida, en la carrera 33 con calle 35.
Los vecinos de la Sucre cuentan dos versiones de cómo fue el robo. La primera es que Carlos Luis Mendoza (35) y Edward José Amaro Camacaro (28) llegaron al sitio de comida rápida a bordo de una moto Bera de color blanca.
Edward manejaba la dos ruedas y Carlos iba de copiloto. El par de atracadores llegó al lugar y apuntó a un grupo de personas que estaban cenando en el kiosco de comida rápida “Paky”. En ese momento, una de las personas que estaba ahí les disparó a los dos hampones.
Uno de los disparos hirió en la cabeza a Carlos Luis, quién cayó al suelo, mientras que Edward huyó en la moto.
Las personas que estaban allí comenzaron a pedir ayuda para que lo llevaran al hospital. Al sitio llegó una comisión de Polilara de la comisaría de la Sucre, ubicada a una cuadra donde sucedió el hecho.
Los oficiales lo montaron en la patrulla y lo llevaron a la Emergencia del hospital, pero murió minutos después de su ingreso.
Mientras esto pasaba, Edward, quien se fugó en la moto a todo velocidad, salió de la Sucre y cruzó en la avenida Libertador en sentido oeste-este. Detallan algunos curiosos que cuando iba por la calle 29 un carro que lo perseguía le disparó en la cabeza y dos veces en el pecho.
La otra versión es que a los dos hombres les dispararon mientras robaban. Edward, a consecuencia de los disparos que recibió, perdió el conocimiento y trató de controlar la unidad dos ruedas.
“Yo vi cuando el chamo iba en la moto, un carro venía detrás de él, después escuché unas detonaciones y cuando miré el chamo de la moto voló y cayó al piso”, dijo un testigo que estaba en la avenida.
Explican fuentes policiales que Edward al recibir los tiros se subió con la moto en la isla, en ese instante un carro que venía sentido este-oeste lo impactó de frente. Edward cayó al suelo, mientras que la moto quedó a 10 metros de él.
EL cadáver quedó bocarriba, vestía una pantalón gris claro, un suéter de color negro, y unos zapatos deportivos blancos. Un charco de sangre corría por la avenida. Un morral pequeño de color negro llevaba colgado en el pecho y también tenía el casco puesto.
Se pudo observar que el pie derecho estaba fracturado, no tenía el calzado puesto. Funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana y del Cuerpo de Bomberos de Iribarren custodiaban el cuerpo mientras llegaban los detectives del Cicpc.