lunes, 25 noviembre 2024
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La justicia le llegó después de nueve años

Jennifer Orozco | LA PRENSA de Lara.- Como película de acción, donde el «malo» usurpa una identidad para escapar de la justicia. Así lo hizo Joseph Jesús Delgado Delgado (29) quien, según sus propias palabras, cometió un crimen el primero de enero de 2010 y apenas ayer fue que enfrentó su audiencia preliminar para pagar por este caso, horas antes de salir de los calabozos por otro delito que ya estaba pagando.

Joseph, aún presuntamente, asesinó a Dismery Coromoto Aguilar Galíndez y a su pareja Richard José Diaz Rodríguez, la madrugada del primero de enero de 2010 en Río Claro, al sur de Barquisimeto. Una fuente asegura que Joseph dice que los mató por venganza, tenían problemas desde hacía tiempo y este, acompañado de dos hombres más, pasaron en un carro y dispararon contra la pareja que estaba echando cuentos frente a su casa.

Esa misma noche Joseph comenzó a huir. Supuestamente, arrepentido de este crimen, comenzó a asistir a una iglesia cristiana, donde una familia le dio abrigo. Allí llevaba una vida tranquila, pero las ganas de delinquir le ganaron y se fue de la vivienda con una copia de cédula de «su hermano de crianza» quien se llama Jesús Andrés González Gutiérrez. Con esa copia asistió a un operativo y logró sacar una cédula nueva, con el nombre de Jesús. Comenzó a usurpar la identidad del muchacho y a cometer otros delitos como ocultación de droga y porte ilícito de arma de fuego, hasta que cayó detenido en 2018 en Polilara.

A Jesús siempre lo paraban y le decían que estaba solicitado y él no entendía porqué. Hasta que apenas la semana pasada supo que su identidad estaba siendo usurpada por Joseph. Cuando los funcionarios supieron el verdadero nombre del reo, ingresaron sus datos al sistema y arrojó la solicitud del 2010.

Joseph pasó de ser un detenido a punto de salir, a volver a la cárcel por un homicidio que debe pagar. En su audiencia preliminar quedó privado de libertad por homicidio intencional. La familia de la pareja asesinada llegó hasta tribunales para ver cómo después de casi una década, al fin se iba a hacer justicia a la memoria de Dismery y Richard.

 

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