Anais Mendoza| LA PRENSA.- Indignación, rabia y dolor, era lo que expresaban los familiares, amigos y vecinos de Rafael Antonio Cañizales Linárez (19). El estudiante de derecho que fue asesinado, según versiones de testigos, por dos hampones que intentaron robarle su carro modelo Corsa, en la calle 9 del barrio El Cementerio en Sanare.
“Rafa”, como era conocido cariñosamente, estaba cumpliendo años el mismo día que murió. Según el relato de su tío, el joven estaba reunido con varios de sus amigos en una casa. Detalló que como a las doce de la medianoche, salió junto a tres amigos para llevarlos hasta sus casas.
“Rafa estaba reunido porque cuadraba lo que iban hacer para su cumpleaños que es hoy”, relató el tío, quien expresó que su sobrino era un muchacho sano.Un amigo de la víctima contó que Rafael se montó en su carro a la una de la madrugada junto a sus tres amigos con la intención de llevarlos hasta sus hogares.
Después de que llevó al primero se devolvió y cuando subía una calle empinada, dos hampones salieron de la oscurana y les cayeron a tiros. “Rafa dejó al primero, y se quedó con dos. Uno venía de copiloto y el otro atrás. Allí fue cuando le dispararon”, reveló el joven de piel blanca.
Rafael recibió varios impactos de bala, uno de ellos en la cabeza. Por tal razón el chamo se desvaneció y dejo su pie puesto en el acelerador, por lo que el carro rodó hasta quedarse montado entre la acera y la calle.
“El copiloto salió corriendo y el otro lo hizo después, pero Rafa ya estaba muerto”, expresó otro amigo del estudiante de derecho. El muchacho quedó mal herido, pero nadie lo auxilió porque los vecinos no salieron. Rápidamente se regó la noticia del crimen por Sanare, hasta que los familiares comenzaron a llegar.